El equipo de gobierno en minoría del Ayuntamiento palaciego, con el alcalde, Juan Manuel Valle, a la cabeza, se encerró ayer a media mañana en la sede de Diputación como acto «simbólico, pacífico y reivindicativo» para reclamar ayudas que palíen la ruina creciente de un Consistorio que debe 100 millones de euros y que adeuda empieza a ser lo habitual cinco nóminas a sus casi 400 empleados. Valle avisó de «acciones contundentes en distintas administraciones» hace una semana, pero ayer anunció por sorpresa su encierro cuando ya estaba dentro del edificio de Diputación. «Nos quedaremos aquí hasta el jueves por la tarde, que hay pleno», señaló. Por primera vez, toda la plantilla municipal representada por el comité de empresa y junta de personal está con él. «Apoyamos esta y cuantas medidas vayan encaminadas a que cobremos», dijo ayer el presidente de la junta de personal, Manuel León, a la sazón secretario local de UGT.
La situación ha evolucionado tanto a peor en estos tres años de legislatura, que los funcionarios palaciegos están por la labor de aparentar unidad ante las administraciones superiores que, según Valle, son las únicas que pueden sacar al pueblo del atolladero. Según León, la plantilla que ya ha anunciado una marcha andando hasta el Parlamento para el próximo 10 de abril- estaba sopesando acudir el jueves a Diputación para recibir al equipo de gobierno cuando abandone el encierro. En cualquier caso, hoy se presentarán los delegados sindicales en el edificio de la avenida Menéndez Pelayo para «mostrarle al alcalde nuestra solidaridad y nuestro apoyo». No sólo están con Valle CC.OO y el Sindicato Andaluz de Funcionarios, sino también UGT. CSIF no se ha pronunciado, mientras que el sindicato de la Policía Local se mantiene al margen.
«La situación es extrema y nuestro esfuerzo es titánico» dice Valle, que recuerda que se ha hecho todo lo posible por reducir gastos e incrementar los ingresos, mientras «por ley, estamos obligados a pagar a los bancos antes que a nuestros trabajadores». Asimismo, recuerda que «el Gobierno central obligó a los ayuntamientos a pedir préstamos para pagar a los proveedores, convirtiendo una deuda comercial en deuda bancaria». En el caso de Los Palacios, son 25 millones, lo que implica, trimestralmente, 300.000 euros sólo en intereses, cifra que a partir de agosto se triplicará al sumar la amortización de capital. Sólo entre retenciones, fraccionamientos y pago a proveedores, el Ayuntamiento desembolsa mensualmente 540.000 euros, mientras precisa de 600.000.
Aunque Valle reconoce que la Diputación es la única que viene prestando ayuda a los ayuntamientos, solicita a su presidente que publique cuanto antes la convocatoria de los Fondos Extraordinarios de Anticipos Reintegrables y que amplíe el número de años para que los ayuntamientos puedan devolverlos. El alcalde de Los Palacios asegura que han sido «muchos los alcaldes de otros pueblos, de cualquier sigla, que me han llamado pensando en encerrarse aquí también».
