Nadie puede negar que el valor, como en la mili, no sólo se le haya supuesto sino que se le ha reconocido. Hincarle el diente a un solar que tenía un cartel de fechas con números romanos, léase Encarnación, ha tenido coraje. Pero una vez ensalzada la postura, hay que reconocer que el proyecto, retrasos incluidos, se ha ido de madre. Nada más sintomático que poner al frente del gabinete de crisis al propio delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. El proyecto, con su correspondiente firma y pomposidad, se hizo. Ahora se está reajustando lo que se ajustó, porque con los materiales con los que se ideó el proyecto no es viable. Y el alcalde sabe que la primera seta finalizará, mínimo, en el mes de julio y la última, en el mejor de los casos, en primavera de 2010. El mercado se inaugurará en marzo de ese año. Mucha tela para un proyecto que quiere ser bandera de una ciudad. En estas últimas horas se está reconociendo en el Ayuntamiento que estas obras cansan, sinónimo de que a la ciudadanía le agotan.
