El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, invitará al Estado en septiembre a asociarse en el consorcio de Fibes como recurso último con que garantizar lo que hasta ahora sigue en el aire: la inyección económica de éste para la ampliación, cuyas costosas obras -que superarán con creces la cifra oficial de los 66 millones de euros- están en curso.
"Estamos seguros de que se cumplirá con el compromiso de financiación expresado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pues confiamos en su palabra", reiteró el regidor en una entrevista concedida a Europa Press. Y ello pese a reconocer que "es difícil que el Gobierno central invierta en las obras de los palacios de congresos", algo que en el caso de Sevilla sí halla razón de ser porque "el proyecto de ampliación de Fibes es prioritario para el Gobierno de España", juzgó. Y lo argumentó alegando que la ayuda solicitada "no consiste en ayudar a la administración local desde la central, sino en invertir para dar un mejor servicio a España desde Sevilla como sede de encuentros internacionales", a la vez que "promover el desarrollo turístico de Sevilla a nivel internacional".
Con tales miras, las negociaciones se reanudarán con tal fin en septiembre con el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, y con el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, con los que "hay buena disposición".
Según el alcalde, no se trata sólo de concretar la cuantía de la financiación de las obras de ampliación, sino de instarles a que "participen en el uso de este espacio, que también haya cooperación en la gestión por parte de la Administración del Estado, entrando en el consorcio o el ente que se encargue de Fibes". "Ya veremos cómo se materializa esa participación", agregó, quien resaltó la colaboración de sus compañeros de fatigas en esto del pago de las obras, es decir, la Diputación, la Junta y la Cámara de Comercio.
