Crisis municipal en Carrión al dimitir el alcalde y tres ediles de IU

La pésima relación de la Asamblea Local y del grupo están en el fondo de la cuestión. Los siete concejales del PSOE y PP que restan consultan con sus servicios jurídicos

el 27 jun 2013 / 17:17 h.

J.M.PAISANO Ignacio Escañuela. / J.M.PAISANO (Atese)

Había amagado con marcharse en numerosas ocasiones pero ayer, cuando Ignacio Escañuela (IU) oficialmente presentó su dimisión como alcalde de Carrión de los Céspedes junto a la de los tres concejales de su partido, que llevaba desde primeros de año gobernando en minoría, además de dejar a todos –oposición y ciudadanos– impactados, abrió un escenario sin precedentes en la política municipal.

Una carta enviada a las dos de la tarde a los grupos del PSOE y el PP en el Consistorio anunciaba la desconvocatoria del Pleno ordinario previsto seis horas más tarde para aprobar los Presupuestos municipales. Junto a ese anuncio, otro, el que cayó como una bomba: la dimisión en bloque del regidor, los dos ediles que aún quedaban y una tercera concejal, no incluida en la lista electoral y que no había llegado a incorporarse de facto, aunque la Junta Electoral Central así lo autorizó el pasado día 10. La renuncia a sus cargos y actas de concejal obligaba a los partidos a recurrir a sus servicios jurídicos y a estudiar detenidamente un supuesto que no cuenta con precedentes.

La relación del grupo municipal de IU con la Asamblea Local del municipio nunca ha sido fácil. De hecho, motivó que en poco más de año y medio de mandato renunciaran en bloque once ediles de la federación de izquierdas que iban en la lista que ganó las elecciones municipales, fruto de estas desavenencias y conflictos internos, hasta el punto de tener que recurrir a una persona ajena tras agotar todos los nombres de esa lista.

Fuentes de la dirección provincial de IU lamentaron que “peleas políticas hayan derivado en batallas personales”. Tanto el partido local como los concejales “tienen que asumir la responsabilidad de no haber sabido revertir ni atajar la situación”. La federación de izquierdas también analizará con los servicios jurídicos “el limbo” en el que queda el Ayuntamiento. Más preguntas que respuestas.

“Es cierto. Ha dimitido el equipo de gobierno al completo”. Confirmaba así a este periódico la teniente de alcalde y también dimisionaria Rosario María Paz Galeano antes de que saltara la noticia, quien no quiso, no obstante, entrar en los porqués. “Todas las explicaciones se darán en el Pleno que se convocará por lealtad a los vecinos del pueblo”, apostilló. El teléfono del alcalde, sin respuesta, hasta que finalmente quedó desconectado.

En el municipio, la noticia corrió como la pólvora. “Los vecinos no saben si es verdad o si es un bulo porque como ha amenazado tantas veces con irse... Ahora todos preguntan qué va a pasar”. La portavoz del grupo socialista en el Consistorio, Consuelo Reinoso, explicaba así “la sorpresa que ha causado esta bomba”.

La situación es la siguiente en el Ayuntamiento, integrado por 11 concejales. El alcalde y tres ediles (uno de ellos, Silvia Morera, pendiente de su incorporación tras renunciar todos los de la lista de IU) dejan su acta, con lo que permanecen los cuatro ediles del PSOE y los tres del PP. Lo único que tienen claro estas dos formaciones es que, una vez que se clarifique la situación desde el punto de vista jurídico, harán “lo que sea necesario” para asegurar la gobernabilidad y viabilidad del municipio. Entran aquí un amplio abanico de posibilidades, desde acuerdos entre ambos, a asumir la Alcaldía.

Falta ahora que se convoque un Pleno de toma de conocimiento –para el que todavía no hay fecha– en el que se harán efectivas las dimisiones. Y en este punto, tanto Reinoso como el diputado provincial por el PP, José Leocadio Ortega, dijeron no entender cómo IU “ha dejado abandonados a los vecinos” y la “falta de responsabilidad” demostrada por el alcalde hacia sus votantes, aunque el gobierno del municipio haya estado “marcado por la incertidumbre. Nada ha sido normal desde que IU llegó a la Alcaldía”, espetó Ortega, quien señaló que al ser un “caso extraño”, lo más probable es que sea la Junta Electoral la que tenga que pronunciarse al respecto y aclarar el nuevo escenario que se abre. Tampoco se descarta el desembarco de una Comisión Gestora.

Entre quienes observan con más preocupación el devenir de acontecimientos están los trabajadores públicos, que tienen miedo a esta última opción, y más ante la delicada situación de las arcas municipales. “Las cuentas tienen que ser nefastas. Ha estado renqueando en el pago de las nóminas. Sabemos lo que dejamos hace dos años, no lo que hay ahora”, concluyó Reinoso.

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