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El alguacil alguacilado

El título de Quevedo a propósito del alguacil ha sido utilizado mucho y por gente muy dispar en los últimos tiempos para aplicarlo a otro: a Zapatero por Rajoy, a Rajoy por haber escogido a Pizarro, a Garzón por Pedro J. y a Pedro J. por no me acuerdo qué.

el 15 sep 2009 / 19:35 h.

El título de Quevedo a propósito del alguacil ha sido utilizado mucho y por gente muy dispar en los últimos tiempos para aplicarlo a otro: a Zapatero por Rajoy, a Rajoy por haber escogido a Pizarro, a Garzón por Pedro J. y a Pedro J. por no me acuerdo qué, creo que por haberse disfrazado de diablo, aunque seguro que el diablo de verdad podría haber dicho, como el del relato, que los diablos en los Pedrosotas estamos por fuerza y de mala gana y por tanto llamarlo a él demonio pedrojoteado. Anteayer, sin embargo, nos hemos enterado de un nuevo caso de posesión a la inversa; le ha ocurrido a la SGAE en San Juan de Aznalfarache.

La Sociedad General de Autores siempre ha tenido un raro encono con Sevilla: aunque, por una parte, le haya dado muchos de esos autores de los que vive, por otra, se ha empeñado en hacer de ditera e intentar cobrar derechos donde es más que dudoso que los tenga. Por ejemplo, sus alguaciles siguen presentándose, año tras año, en cada una de las casetas de la Feria argumentando que aquello es un bar cuando todo el mundo sabe que gran parte de ellas son la casa particular que una familia o un grupo de amigos se monta durante unos días.

Siguiendo esas trazas se fue a una boda, grabó la música que sonaba y puso la correspondiente denuncia, encontrándose a la postre con que acababa empapelada por atentar contra la intimidad de un acto privado. Alfarache, como dicen aún sus viejos, siempre ha sido una tierra de márgenes sinuosas; ya lo probaron fehacientemente Mateo Alemán, Ximénez de Enciso, el mismo Diablo Cojuelo o Don Juan. Debería haber tenido más cuidado en no confundir las apariencias con la realidad porque, como terminaba Quevedo su Sueño por la boca de una sierpe de piedra sale un caño de agua. O por el objetivo de una cámara una multa de 60.101 euros.

Antonio Zoido es escritor e historiador

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