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El alivio de los 193 más envidiados

Los nuevos peones municipales que lograron plaza en la última oposición toman posesión

el 02 dic 2013 / 23:30 h.

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Los nuevos funcionarios recibieron sus credenciales de manos del alcalde, Juan Ignacio Zoido. / J.M. Espino (Atese) Los nuevos funcionarios recibieron sus credenciales de manos del alcalde, Juan Ignacio Zoido. / J.M. Espino (Atese) Miguel Rincón, con 52 años, más de dos en paro y actualmente sin ingresos a la espera de la ayuda familiar –que ya no necesitarᖠno pudo evitar lanzar un sentido “muchas gracias y enhorabuena a todos” al auditorio de Fibes cuando le llegó el turno de recoger de manos del alcalde, Juan Ignacio Zoido, la credencial que le garantiza por fin que cada mes podrá llevar a casa 1.200 euros. Es uno de los 193 peones municipales que ayer recibieron su nombramiento oficial como empleados públicos tras superar en junio de 2012 unas oposiciones (correspondientes a las convocatorias de 2007, 2008 y 2009) a las que concurrieron 12.000 personas. “Me he presentado cuatro veces, tres de ellas aprobando con buena nota pero sin plaza por falta de puntos. Por eso valoro del primero al último que estamos aquí, y especialmente al que ha entrado con el 193, que es el que peor lo ha pasado. Para mí es un pelotazo y para mi familia también, porque son los únicos ingresos que entran en mi casa y tengo dos hijos estudiando”, relató en su asiento. A tenor de los aplausos que cosechó Antonio Jesús Velasco, el 193, Miguel no era el único en comprender la angustia de que un punto arriba o abajo marque la diferencia entre la tranquilidad o la frustración. Al acto de ayer, que el Ayuntamiento convocó públicamente porque repartir empleo es hoy un hecho noticiable que un alcalde no puede desaprovechar, no solo acudieron los 193 afortunados y sus familiares encargados de inmortalizar el momento, también alguno de los que se han quedado en puertas como Ramón Díaz, de 49 años, parado desde hace más de un año tras 13 trabajando en empresas privadas de jardinería. “Me he quedado el 266. Mi novia sí ha aprobado con el 98. Ahora a ver si se mueve la bolsa”, se resignaba. Zoido se comprometió a contratar dentro del margen que el límite a la tasa de reposición impuesto por el Gobierno central permita –la delegada de Hacienda, Asunción Fley, aclaró que ahora se revisarán las vacantes que queden para examinar qué puestos pueden ser servicios esenciales, los únicos donde se permite cubrir bajas–. El alcalde apostó por el empleo público “pese al sambenito de tener que demostrar que no privatizo” y defendió el acceso vía examen porque “es el criterio más objetivo para decir que a ustedes nadie les ha regalado nada”, frase con la que arrancó aplausos. Muchos de los nuevos funcionarios (167 de limpieza y portería, 13 de parques y jardines, 5 de mantenimiento de edificios, uno de protección ambiental, dos de gobierno interior, uno de administración de servicios sociales y 4 pendientes de destino) han sido interinos durante años. De no haber logrado plaza, se hubieran quedado sin empleo porque les hubiera sustituido un fijo y Zoido también se acordó de quienes pasan ahora a esa situación. Otros han concurrido azotados por el paro o buscando la ansiada estabilidad, como Carmen Riano, con 43 años y tres hijos, que tras años de dependienta buscó “calidad de vida, antepuse a la familia”. Ve “una inversión de tiempo” los 9 años empleados y una vez con su plaza de limpiadora está deseando “coger de nuevo los libros para ir subiendo”.

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