El primero reconoció que en el último año "ha habido mucha reconversión en las empresas y se han aminorado los efectivos, y en algunas, en las que antes había cuatro o cinco personas, se ha quedado uno sólo con un maletín". Por esta razón calculó que "la destrucción de empresas ha estado cercana al 20%, pero de empleos han sido muchos más, y eso sin contar los precarios y muchísimos contratos sin renovar".
El saliente incidió en que la "situación es crítica". Y describió: "Se ve en las naves desocupadas, tanto aquí en el PISA tuvo lugar la asamblea como en otros polígonos de Camas o Salteras, en los que están alquiladas pero no se ponen en marcha". Por último, se lamentó de que no se ve el final de la crisis: "Ni siquiera hemos empezado a subir la cuesta".
Previamente, el gerente de la AEA, Julián Camargo, dio cuenta de los resultados de la asociación en 2009, fiel reflejo de la propia crisis. Y es que contaron con un déficit de 10.946 euros que coincide con el 39% de impagos en las cuotas. Un problema que actualmente no tiene solución, porque como subrayó el ex presidente, "la situación general es mala y carecemos de fuerza moral para que la gente nos pague las cuotas". Por contra, el nivel de patrocinio sigue siendo muy alto, lo que permite que "los gastos hayan bajado y realizar el mayor número de actividades a coste cero", según explicó.
Tras la aprobación de las cuentas de 2009 y de los presupuestos de 2010 se dio paso al relevo en la presidencia. El hasta ahora presidente afirmó que su sucesor "proyecta una imagen de gestión, de producto, de calidad y el nombre que el Aljarafe merece, y además puede servir como ejemplo".
Pese a la situación económica, el nuevo presidente resaltó: "Soy genéticamente optimista y entiendo que en los momentos de dificultad es donde vienen las oportunidades y ahora es donde se entiende mejor la labor del empresariado para sacar a nuestra tierra de la crisis. Somos capaces de crear empleo estable y seguro y tendrá que ser la empresa privada la que tire del carro".
También destacó "la importancia del emprendedor, generar entusiasmo entre la gente que acaba una carrera o la formación profesional, que el riego es muy bonito y da alegrías que la estabilidad del empleo no la da". "Andalucía es la tierra más imaginativa y creativa de todo el Estado y eso lo tenemos que complementar con la afición al riesgo que nos falta", continuó, porque "hay que hablar en los institutos y en la universidad para poner en valor la labor del emprendedor cuyo único objetivo no es ganar dinero. Está el trasfondo de la generosidad social, de generar riqueza. Ése va a ser el objetivo de la AEA". Igualmente, habló de los empresarios "que deben dar a conocer la política de la empresa a sus empleados para que lo que salga fuera sea bueno, y tenerlos contentos".