Acaba de aterrizar en Sevilla y ya cuenta con las primeras clientas. La firma Ama Chic abre embajada en Nervión (Jiménez Aranda, 6, 2º Planta. Puerta 28). Llega desde Córdoba con el firme propósito de revolucionar la moda, adaptándola a la crisis actual. Así desde 50 euros una mujer puede lucir un Moschino o un Valentino en cualquier evento. Es el negocio del alquiler exportado a la alta costura gracias al empeño de Esther Jarque y otras tres socias más.
-¿Cómo surge la idea de crear Ama Chic?
-De un grupo de amigas (Ana, Mercedes y Ana) que, pese a trabajar en negocios familiares, siempre nos ha gustado el mundo de la moda pero por una circunstancia u otra nunca nos atrevíamos a dar el salto. El verano pasado nos lanzamos a poner en marcha Ama Chic en Córdoba. Vimos que ya existía una tendencia consolidada de alquiler de trajes de firma para chicos, y con la actual situación económica no vimos tan descabellada la idea de hacerlo también en las chicas. Y así empezó todo. Pensamos que la opción del alquiler es una oportunidad para cualquier negocio, incluida la moda.
-¿No le dio miedo montar un negocio en pleno auge de la crisis?
-Sí, bastante. Al principio la gente me decía: ‘¡Dónde vas, estás loca!' Pues sí, nos hemos vuelto todas locas y hemos creado el negocio con el que siempre hemos soñado. Hay que reconocer que hay un poquito de riesgo, pero siempre he pensado que quien no arriesga, no gana. Si no lo hacemos ahora, ¿cuándo lo vamos a hacer? Hay que venirnos arriba y sacar esto adelante. No te puedes quedar de brazos cruzados en tu casa. Hay que inventar con la crisis. Yo animo a la gente a que emprenda su propio negocio que ahora mismo es el momento.
-¿Por qué Sevilla como primer destino de la expansión de esta joven empresa?
-Porque creemos que es donde la gente más se asemeja en gusto y forma de vestir a Córdoba, que es el mercado que realmente conocemos. Sevilla es una ciudad donde la gente se arregla mucho y le gusta salir en condiciones a la calle. Aquí se cuida bastante los complementos, los vestidos: la imagen en general. Me atrevería a decir que incluso más que en Córdoba.
-¿Y cómo está siendo la respuesta de las sevillanas?
-La idea está gustando mucho aunque hemos empezado en una época mala. Pese a la cuesta de enero, ya tenemos alguna que otra reserva para comuniones y bodas en esta primavera. La verdad es que hemos conectado muy bien con la mujer de esta ciudad. En general hemos acertado con los vestidos y complementos que hemos traído. Están gustando mucho.
-¿Ve el alquiler como futuro para los diseños de alta costura?
-No lo sé. Sí estoy convencida de que ahora mismo es una opción, y yo he apostado por ella. Insisto en que es una oportunidad para salir de la crisis.
-¿Qué ofrece Ama Chic frente a la clásica casa de moda de alta costura?
-Que es posible cambiar de look y tener el vestido soñado para cada ocasión a unos precios mini. Con la crisis, la gente no se puede permitir el lujo de comprar a cada momento un traje de diseño. Además Ama Chic no es una tienda común, sino un espacio en el que se pone a disposición de las clientas el alquiler de vestidos de marca exclusivas, como Moschino, Amaya Arzuaga, Bielle, Valentino, Liujo, Custo Barcelona, French Connection, Alice San Diego, Pinko, River Island, BDBA o Annarita. Una vez elegido el vestido, también ofrecemos asesoramiento personalizado en los complementos, como tocados, joyas y bolsos de mano. Atendemos con cita previa (955 28 29 29).
-Precios bajos, ¿de qué cuantía estamos hablando?
-Mire, nos referimos a que puedes lucir un Moschino o un Valentino desde 50 hasta 100 euros, incluido el gasto de la tintorería. Son trajes que en el mercado cuestan entre 450 y 500 euros.
-Pero la conciencia colectiva suele asociar lo caro con diseño y exclusividad...
-Puede, pero no es verdad. Hay gente que piensa que alquilar un vestido es menos, pero poco a poco está cambiando ese concepto erróneo. De hecho, he visto a gente vestida con ropa carísima que va hecha un desastre, bien porque no sabe combinar o porque mezcla colores y prendas que no pegan. Estoy convencida de que al final eso va en el gusto de la persona. Nada más.
-¿Se puede hablar entonces de una tendencia de moda low cost en las grandes firmas?
-De hecho nosotras damos esa posibilidad. De ir a un evento perfectamente ataviada a un precio bastante asequible. La crisis ha cambiado mucho de nuestros hábitos. Así, antes tenías diez bodas al año y te comprabas un traje para cada una, pero ahora con el paro y los recortes en los sueldos no te lo puedes permitir. Por eso nace Ama Chic para dar respuesta a esta nueva necesidad que ha surgido con la situación económica de los últimos años.
-¿Cómo afecta la crisis al mundo de la moda en general?
-Se nota bastante. La gente ya no consume lo mismo ni con las mismas ganas. Ves que no hay la misma alegría a la hora de comprar, que se lo piensan dos veces. Es uno de los sectores que más lo está sufriendo. Pero también es verdad que las grandes firmas no bajan mucho los precios. Lo que vale hay que pagarlo.
-¿Cree que la moda es uno de los sectores que menos apoyo económico recibe de las administraciones?
-Ninguno. No hay muchas ayudas para emprender una empresa de moda, o te lanzas sola o nada. Las administraciones en general deben apostar más firmemente por el mundo de la moda que supone un pilar importante en la economía andaluza.
