Cultura

El análisis de la temporada taurina en Sevilla: sin novedad en la primera fila

el 28 dic 2009 / 20:59 h.

*Seguimos... La candente actualidad ha retrasado un par de semanas este repaso a los principales protagonistas de una temporada que se antoja cada vez más lejana y desdibujada entre los chaparrones que nos conducen a un nuevo año. En este resumen por capítulos ya hemos abordado la tibieza de los líderes de este complicado curso taurino, las singularidades de José Tomás o las venturas y desventuras de Morante, El Cid y Daniel Luque, los tres matadores que defienden el pabellón del toreo sevillano en una primera fila que ha mantenido una política de frentes estables, una guerra de trincheras sin batallas ni pronunciamientos brillantes.

*Los viejos generales. Por encima del bien y del mal, Enrique Ponce y El Juli volvieron a oficiar una temporada salpicada de grandes faenas y lecciones magistrales aunque su carrera ha dado una nueva vuelta en el inexorable desgaste popular que marca el calendario. En el debe del madrileño no se puede tapar el fracaso de la ambiciosa apuesta de encerrarse con seis toros en Bilbao. Después pudo desquitarse en parte repitiendo el mismo empeño en el ruedo francés de Bayona con mejores resultados. Por parte del valenciano, siguen los trasteos de gran altura en una temporada en la que ha mantenido el repliegue parcial de algunos escenarios. Ponce ha firmado una campaña medida que, en cualquier caso, aún no hace aventurar una retirada a corto plazo. Una vez más, el maestro ha elevado su techo aunque muchos echaron de menos ese enfrentamiento directo con José Tomás que llegó a vocear el empresario francés Simón Casas sin que ninguno de los interesados fuera capaz de concretarlo finalmente. Ése habría sido el mejor duelo de un año de crisis interna y externa al que le han faltado tantos alicientes.

*Arte sinfónico. Aunque encontró su mejor registro en los últimos compases de la temporada, José María Manzanares no alcanzó la misma media triunfal que en la campaña 2008. Con mala suerte en los sorteos, dio cierta impresión de haber perdido el pulso que lo convirtió en uno de los toreros imprescindibles de la anterior temporada aunque el alicantino, eso sí, mantuvo el tipo en Sevilla, feria de la que volvió a salir como máximo triunfador aunque esta vez más apoyado en el goteo de los números que en los recitales de otros años. En cualquier caso, Manzanares sigue contando -y mucho- en la primera fila del toreo y su condición de base de la próxima Feria de Abril es inexcusable. Malograda la contratación de José Tomás, el cartel más natural para la lujosa tarde del Domingo de Resurrección incluiría al artista alicantino acompañado de Morante de la Puebla y el joven paladín Daniel Luque.

*Dos extraños casos. Alejados ambos de la primera división por motivos diferentes, mantienen gran parte del atractivo que les instaló en las ferias. Son dos casos muy distintos, pero a Alejandro Talavante y a Cayetano Rivera Ordóñez se les sigue esperando: esperando que den el definitivo paso al frente que los coloque en el lugar que por corte y alcurnia torera uno y por condiciones y concepto otro, deberían haber ocupado hace ya tiempo. Resucitado fugazmente en Sevilla, Talavante volvió a contar después de esa definitiva ruptura con Antonio Corbacho, que le llevó a reencontrarse consigo mismo. A Cayetano, por su parte, sólo le queda decidirse a ser torero por encima de todas las cosas. Ya no le valen más milongas para hacer esperar a Sevilla.

  • 1