El embalse del Gergal, el más próximo a la capital de la red de Emasesa, suelta el agua procedente de los otros tres que conforman la red.
De estar preocupados por una sequía inminente a tener agua suficiente hasta, por lo menos, 2014. El año del diluvio, que tanto daño ha hecho en localidades como Écija o Lora del Río, está permitiendo que los embalses que abastecen al área metropolitana pasen de hallarse a la mitad de su capacidad a encontrarse casi llenos. Y si no lo están en su totalidad es por la política de desembalses emprendida por la Junta de Andalucía.El nuevo rumbo no se ajustó al año hidrológico, que empieza cada 1 de octubre, sino que llegó en los últimos días de 2009, hace justo ahora un año. Los cuatro embalses que abastecen al área metropolitana –Gergal, Minilla, Aracena y Zufre– tocaban fondo tras situarse en el 51,3% en el segundo peor diciembre de la década, sólo superado por el de 2000, cuando los pantanos estaban al 34,6%. La situación era preocupante. Hasta el 19 de diciembre de 2009, fecha en la que empezó el primer temporal de uno de los periodos más lluviosos que se recuerdan en la provincia. Sólo un año después, las reservas se sitúan cerca del 93% de su capacidad de media.
La primera tromba hizo que los embalses pasaran el fin de año de 2009 por encima del 80%. Pero lejos de menguar, el temporal continuó de manera insistente, hasta el punto de que Zufre, el de mayor capacidad con 175 hectómetros cúbicos, permaneció 84 días lleno a lo largo de 2010 y hoy está por encima del 90%. La presa de Aracena, por su parte, se llevó 39 días de los pasados meses de mayo y junio hasta arriba, y su registro actual está cerca del 90%.
Sin embargo, el punto en que más se está notando este año de lluvias está siendo el Gergal, adonde va a parar el excedente de los otros tres pantanos que abastecen a la red de Emasesa. Estuvo hasta los topes los primeros cinco meses del año, algo que revivió el pasado puente, lo que obligó a abrir nuevamente las compuertas de la presa. Esta tónica de soltar reservas continúa, aunque a menor ritmo que en el puente, donde liberó en tres días agua suficiente para tres meses.
Eso sí, el récord en este año de abundancia en lo que son precipitaciones lo ostenta la Minilla, que el pasado día 7 registró 101,8 litros por metro cuadrado. Detrás se sitúa lo que cayó en Zufre el 23 de diciembre de 2009, con 81,4 litros por metro cuadrado.
El temporal está llenando esos embalses y los que están por venir. La presa de Melonares, por ejemplo, está demostrando que está preparada para que cualquier tromba. Cuando comenzó el periodo de lluvias en la provincia, en la segunda mitad de diciembre de 2009, el embalse llamado a desterrar los periodos de sequía en Sevilla y su corona estaba al 7,3%. Las primeras tormentas le valieron para subir un peldaño más y llegar al pasado mes de enero al 50%. La persistencia de las precipitaciones llevó a los técnicos a acelerar el proceso de llenado, que se culminó el pasado 20 de febrero, día en el que se completó por primera vez. Hasta 30 días superó los 185,6 hectómetros cúbicos, que llegarán a la población en cuanto acaben las conducciones desde la Sierra Norte hasta Sevilla.
