Una muestra de fotografía no tiene el marchamo de acontecimiento que genera cualquier exhibición de pintura o escultura, por lo que pasar desapercibida es uno de los males menores a los que se enfrenta. El Antiquarium expone estos días la colección menos costosa a la par que más singular de cuantas ha acogido en su todavía corto tiempo de vida:Charles Clifford, album de Andalucía 1850-1860 es el título de la exhibición que, con el patrocinio de la Fundación José Manuel Lara, puede verse en la zona sotano de Metropol Parasol hasta el próximo 27 de febrero.
Charles Clifford (Gales, 1820 - Madrid,1863) fue un fotógrafo británico que desarrolló su carrera profesional en España. Y su obra maestra la cinceló a base de calotipos -un método fotográfico basado en un papel sensibilizado con nitrato de plata y ácido gálico que tras ser expuesto a la luz era posteriormente revelado- en Sevilla. De su viaje a Híspalis para documentar el viaje de la reina Isabel II de Borbón y la Familia Real en 1862 han sobrevivido hasta nuestros días 60 reproducciones que ahora se admiran enmarcadas en la Sala de Exposiciones del Antiquarium y que, durante mucho tiempo, fueron atesoradas por el duque de Montpensier, cuñado de la reina y muy aficionado a esta forma de almacenar recuerdos.
Lo de menos para el espectador, a la luz del siglo XXI, puede ser la anécdota monárquica que motivó esta serie, lo de más, es el poder contemplar el gran número de arcos efímeros y pabellones que se hicieron para la visita real. Muchas de aquellas imágenes han pervivido todos estos años en forma de postal antigua de la ciudad en las tiendas de souvenirs, pero es ahora cuando resplandecen como documento gráfico de la ciudad. La reina no atravesaba un buen momento después de vivir la revolución progresista de 1854 que derrocó al Gobierno moderado. Por eso, Clifford recoge con su objetivo toda la campaña de imagen que se orquestó para reimpulsar la corona.
La estampa de un territorio hoy casi irreconocible en los aledaños de la Giralda, la Alameda y las tornasoladas callejuelas del Barrio de Santa Cruz están aquí. Pero también pueden admirarse en la exposición las empinadas cuestas del Albaycín, el puerto de Málaga, la mezquita cordobesa, la alcazaba de Almería y el puerto de Málaga. Y pese a la impronta que el Sur marcó en Clifford, la vida de este permanece por completo desconocida. Incluso su figura ha sido, en época reciente, pasto de todo tipo de leyendas sobre una personalidad que nadie pareció conocer bien. "Resplandecía en las fotos pero él era un hombre sumido en las más oscuras tinieblas", dijo de él uno de sus protectores, François Deroyer
