Las causas de la tragedia en Barajas no han quedado del todo claras. Las primeras hipótesis apuntaban a que el avión despegó y ascendió unos metros antes de precipitarse con uno de los motores ardiendo. Esto, supuestamente, provocó su salida de la pista, un incendio y que finalmente quedara casi desintegrado.
La confusión sobre las causas del accidente fue la nota predominante a lo largo de la tarde de ayer. Aunque las primeras hipótesis apuntaban al fallo de un motor -lo que habría provocado la caída del aparato y su posterior incendio- como causa del siniestro, tanto autoridades como representantes de Spanair decidieron no hablar sobre la cuestión y apelaron a la investigación que ya ha puesto en marcha el Ministerio de Fomento, a través de Aviación Civil, y el Juzgado número 11 de Madrid.
El aparato siniestrado, modelo MD-82, tenía como destino Las Palmas de Gran Canaria y se desplomó en las inmediaciones de la pista 36 de Barajas durante la maniobra de despegue por causas aún no determinadas que, según la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, investigará la comisión correspondiente de su departamento.
Según el director general de Samur-Proteccion Civil de Madrid, Ervigio Corral, el aparato, que cayó en un valle, produjo un incendio en una gran extensión de terreno y una parte del mismo estaba localizada en un pequeño riachuelo de tres metros de ancho, en cuyos alrededores se concentró la mayoría de los supervivientes a la tragedia.
Las respuestas las darán las cajas negras del aparato, que ayer mismo se recuperaron y que pasaron a disposición del juez encargado de la investigación del caso, David Pérez, que solicitó un informe sobre su contenido y que declaró la causa secreta. Este magistrado decidió además prohibir la difusión a los medios de las imágenes del suceso captadas por los miembros de Emergencias Madrid, según fuentes jurídicas.
Lo que sí quedó aclarado es que el avión de Spanair siniestrado sufrió un retraso en su despegue debido a un problema en la indicación de la temperatura.
El piloto reportó antes del despegue de una avería en un indicador de la temperatura exterior del aparato, que fue posteriormente reparada, según informaron fuentes de la compañía.
En concreto, esta avería se reparó "conforme a los procedimientos normales, establecidos por técnicos de Spanair", señalaron las mismas fuentes.
En cualquier caso, este desajuste, según un comandante aéreo de Air Europa conocedor de la situación, no puede tener relación alguna con el motor del aparato cuya disfunción durante el despegue podría haber causado la catástrofe.
Revisiones pasadas. El MD-82 siniestrado ayer tenía 15 años de antigüedad y había pasado su última revisión a manos del propio equipo de mantenimiento de la compañía el 24 de enero, según informó el director comercial corporativo de la aerolínea, Sergio Allard, en rueda de prensa.
Según precisó, el aparato accidentado, que pertenecía a su flota desde hace nueve años tras su adquisición a Korean Air, no había presentado ninguna incidencia desde esa última "revisión anual", realizada a principios de año.
Allard señaló que la compañía ya planeaba retirar los aviones de la "familia" McDonald Douglas (MD), a la que pertenecía el avión, pero puntualizó que eso no significa que la aeronave fuera a dejar de volar, dado que desconocía el número exacto de su matrícula.
