Miembros de la plataforma social No al parking de la Alameda, ayer, en el bulevar. José Carlos Cruz (Atese)
Un barco pirata de cuatro metros de largo por 3,10 de alto recreará mañana la lucha que los vecinos y comerciantes de la Alameda están manteniendo en los últimos meses con el Gobierno municipal para evitar que salga adelante la construcción de un parking rotatorio en el bulevar. Bajo el nombre, Alameda, puerto de mar: la batalla naval, los piratas alamederos combatirán contra los corsarios municipales para hacerles comprender que debe seguir siendo una zona verde destinada al disfrute de las personas, señalaba ayer una de las portavoces de la plataforma cívica No al parking de la Alameda, Ana Jiménez. Se trata de una jornada lúdico reivindicativa en la que, además de la batalla naval, se llevarán a cabo talleres para los más pequeños y música de todo tipo, actividades que se extenderán durante toda la jornada, desde las 11.00 hasta las 22.00 horas. El colectivo contrario al aparcamiento dio ayer a conocer este acto de protesta, justo el mismo día que el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicaba la modificación del PGOU que da vía libre a la autorización de los aparcamientos rotativos en el Recinto Intramuros del Conjunto Histórico. Es decir, que da un paso más para llevar a cabo la obra, aunque ahora se abre un periodo de alegaciones de un mes para poder dar propuestas alternativas.
El BOP también incluye el cambio de calificación de la parcela de la antigua comisaría de la Gavidia de Suelo de Interés Público y Social (SIPS) a parcela para gran superficie comercial, un proyecto directamente vinculado al aparcamiento rotatorio.
En cualquier caso, este proyecto depende de la aprobación final de la Junta, en concreto de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, como establece el acuerdo plenario. La Comisión provincial de Patrimonio Histórico, dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte, censuraba en un informe la autorización de nuevos aparcamientos subterráneos de rotación en el casco histórico.
La fórmula planteada por el Ayuntamiento es una chapuza, porque le da un giro al PGOU cambiando un solo párrafo. Lo de prohibir los parking en el centro está ligado al Plan de Movilidad, señaló otro de los portavoces de la plataforma, José Luis Pérez. Este colectivo se plantea además qué supondría para la zona su construcción. ¿Por dónde entrarían y saldrían los coches? La calle Calatrava se convertiría en la nueva Baños. Además, la línea 13 de Tussam, una de las más utilizadas de la red, padecería los tapones propios de la entrada de vehículos, defendió.
Asimismo, se plantearon por qué el alcalde, Juan Ignacio Zoido, no aborda los 29 parkings que recogía su programa electoral, en lugar de meterse en este, que le supondría problemas legales, además de los propios de su construcción. Los portavoces de la plataforma denunciaron que la última remodelación de la Alameda supuso un coste de siete millones que se tirarían a la basura. Eso sin contar con la cantidad de empleos que se destruirían si se llevara a cabo la obra, unos 400, ya que serían al menos tres o cuatro años con la Alameda levantada y eso se llevaría por delante los negocios de la zona, a los que Aprocom, que defiende el aparcamiento, no representa, argumentaron. Por ello, presentarán alegaciones y no descartaron ir a los tribunales.
