El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, salió ayer del comité ejecutivo y de la junta directiva de la patronal -ante los que dio cuentas de la quiebra de la aerolínea Air Comet (de la que es copropietario)- ratificado en el cargo con una aparente unanimidad. No obstante, fuentes empresariales precisaron que el apoyo no fue tan caluroso como el que le brindaron el pasado mes de diciembre, cuando puso su puesto a disposición de la junta tras conocerse que tenía un impago con Caja Madrid de más de 26 millones de euros.
Y es que se cruzan dos versiones sobre lo que ocurrió ayer puertas adentro. Mientras un portavoz de la CEOE resaltó que tras la intervención de Díaz Ferrán éste requirió a los presentes "si alguien quería pedir su dimisión o tenía algo que decir", nadie tomó la palabra, sino que la respuesta fue "una ovación y aplauso cerrado" de todos los miembros al dirigente empresarial. Además, en una nota posterior la CEOE justificó el respaldo unánime a Díaz Ferrán por su "independencia y eficacia".
Sin embargo, otras fuentes consultadas por Efe apostillaron que el apoyo a Díaz Ferrán fue "tibio" y no "tan caluroso", ya que algunos vicepresidentes no aplaudieron y otros lo hicieron por mera "cortesía".
En el mismo sentido, otras fuentes añadieron que, aunque en la junta no hubo nadie en contra, sí que hubo "frialdad" y matizaron que, a pesar de que en la CEOE "domina la burocracia, hay miembros independientes que rechazan la situación".
Eso ocurría en la sede empresarial porque mientras se celebraba la junta, medio centenar de trabajadores de Air Comet se concentraba a las puertas de la CEOE para exigir que se les pague las nóminas que no han cobrado durante meses y reclamar su dimisión. Algunos, disfrazados de monjes franciscanos y bajo una pancarta firmada por El Monasterio del Cobro, ponían en duda la idoneidad del presidente de la CEOE para ocupar el cargo.
Pero en la reunión ordinaria del comité ejecutivo y la junta directiva de enero se abordaron otras cuestiones como la negociación colectiva y la nueva etapa que se abre en el diálogo social.
Las mismas fuentes empresariales manifestaron que algunos directivos de la patronal no ven "condiciones propicias" para el desarrollo del diálogo tripartito. Sin embargo, según la CEOE, la patronal desea alcanzar un acuerdo para dotar a las empresas de mayor flexibilidad interna, mejorar la estructura de la negociación colectiva o reducir las tasas de absentismo laboral.
Los órganos de gobierno de la CEOE también analizaron el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible y los problemas de financiación y morosidad que atraviesan las empresas que, según prevén, "serán muy graves" en 2010. En este sentido, acordaron remitir al Gobierno un informe con sus propuestas de reformas "urgentes" que no pueden esperar la aprobación de la ley.
