El nuevo comisario de la Policía Nacional de Dos Hermanas, Luis Lucena, lleva poco más de tres semanas en el cargo. Entre sus objetivos a corto plazo está reunirse con las entidades vecinales para crear un clima de colaboración, algo que considera "clave" para el buen funcionamiento del trabajo policial.
Cuando habla de la colaboración y ayuda de los ciudadanos Lucena se refiere siempre a "su" policía, ya que dice ser de la opinión de que los agentes tienen que gozar de la confianza de los ciudadanos. Por eso, asegura que en breve tratará de reunirse con las asociaciones de vecinos y el presidente de la Federación Asociaciones Unidad Nazarena, Antonio Rincón, para ponerse a su entera disposición.
El nuevo comisario se dirige a los nazarenos cuando dice que la gente de Dos Hermanas debe saber "que estamos a su servicio para lo que haga falta", alentando a todos los ciudadanos a que llamen a la policía siempre ante cualquier sospecha, problema o denuncia que tengan.
El nuevo comisario es consciente de que esta ciudad no es Morón de la Frontera -que tiene unos 100.000 habitantes menos que Dos Hermanas-, cuya comisaría dirigió durante 10 años. La primera diferencia, nada más llegar, al percatarse del volumen de los partes de trabajo.
En su opinión, su antecesor en el cargo, Simón Bernal, dejó el listón "muy alto" puesto que hizo un "gran trabajo" desde que se abrió la comisaría conjunta. No tiene reparos en admitir que continuará trabajando en muchas de las cosas que inició Bernal, aunque admite "que a lo mejor no vamos a desarticular una red de narcotráfico, aunque no vamos a bajar la guardia con ese tema, ni con los grandes traficantes ni con los pequeños".
Aunque también asegura estar dispuesto a "dar su toque personal" en aquellas cosas que haya que intensificar. Ejemplo de ello es la relación y la coordinación con la Policía Local y las autoridades municipales, "que ya era muy buena antes de mi llegada", aunque piensa que "siempre se puede mejorar", comenta.
Lucena dice que ya se han "retomado" los controles conjuntos de ambos cuerpos para identificaciones en la vía pública o la lucha contra el pequeño narcotráfico. En cuanto a medidas de prevención, quiere potenciar algunas charlas en los colegios que corran a cargo de expertos en la materia. "Estas charlas irán encaminadas sobre todo la prevención de las drogas", explica.
El nuevo comisario piensa, además, retomar las reuniones diarias que los jefes de grupo de las dos policías (Local y Nacional) hacían antes de Navidad. Este punto está considerado por Lucena como "uno de los más importantes", puesto que los inspectores intercambian impresiones, "se ponen en común los expedientes de algunos sospechosos y se combinan la acciones de ambos agentes", argumenta.
Lucena ya ha recorrido la ciudad observando las barriadas de Dos Hermanas aunque prefiere no hablar de zonas o barrios marginales, sino de "puntos" donde puede haber ciertos problemas de drogas o de pequeños delitos. Por el momento, asegura, se tratarán como pequeños puntos conflictivos que se irán descubriendo "con la investigación diaria".
A sus 56 años, el antiguo jefe de Policía Nacional de Morón de la Frontera, se enfrenta a una ciudad más poblada y de mayores dimensiones y no sólo no parece estar asustado, sino que en ningún momento da la impresión de que el cargo no esté hecho para él. Ante su nuevo reto, el comisario admite estar muy ilusionado con el nuevo cargo y espera tener la misma suerte que tuvo quien ocupaba su despacho. No termina sin decir que quiere que "Dos Hermanas se sienta orgullosa de su policía".
