Combatir la escasez de agua y optar por un modelo energético más sostenible con combustibles alternativos son algunos objetivos de los participantes andaluces en el VII Programa Marco.
El medio ambiente protagoniza buena parte de los proyectos presentados en la iniciativa europea, y Andalucía no se queda atrás. Sus empresas y organismos lideran muchas de estas iniciativas. Algunos son los encabezados por la Agencia Andaluza del Agua, la empresa Abengoa o Endesa Generación.
El primero de estos organismos dirige el proyecto Novel Integrated Water Management Systems for Southern European Regions (Noviwam), una iniciativa en la que participan países como Francia, Portugal, Chipre y Albania, además de España. El objetivo de Noviwam es combatir la escasez de agua mediante el uso de herramientas y métodos de gestión integrada de los caudales hídricos existentes y de las cuencas fluviales en regiones europeas, sobre todo, en aquella situadas, más al sur del continente.
Noviwam, incluido en el programa específico Capacidades, cuenta con una financiación europea de más de tres millones de euros y el periodo para su ejecución se extiende a 36 meses.
Además de la Agencia Andaluza del Agua participan otras entidades de la región como la Fundación Centro de las Nuevas Tecnologías del Agua, Ayesa y las Universidades de Córdoba y Granada.
ABENGOA Y ENDESA. Estas empresas también lideran, desde sus sedes en Andalucía, otros dos proyectos. El primero, Abengoa Bioenergía Nuevas Tecnologías, coordina la iniciativa Lignocellulosic Ethanol Demonstration (LED), cuyo objetivo es la puesta en marcha de la primera planta europea comercial de biofuel de segunda generación con capacidad para producir 50.000 millones de litros por año.Este proyecto, en el que participan Francia, Holanda, Suiza y España, ha recibido una financiación de casi 12 millones de euros y cuenta con más de cuatro años para poder desarrollarse completamente.
Bajo el nombre de Caoling, el proyecto dirigido por la segunda de las empresas, Endesa Generación (cuya sede se encuentra en Sevilla) pretende captar dióxido de carbono (CO2) desde centrales de carbón.Se trata de un proyecto en el que están implicados España, Finlandia, el Reino Unido, Dinamarca, Canadá. Entre los participantes españoles se encuentran la empresa Hulleras del Norte, Foster Wheeler y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).