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El Arenal se suma al frente vecinal abierto contra la movida

El barrio alerta de «rebrotes» del botellón con la proliferación en los últimos años de bares de copa en una zona acústicamente saturada

el 15 oct 2014 / 12:00 h.

arenal-vecinos El representante vecinal del Arenal, Antonio Fernández, expone al portavoz del PSOE, Juan Espadas, los problemas derivados de la vuelta de la movida nocturna al barrio. Hace doce años ganaron la batalla judicial a la movida nocturna. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJA) les daba la razón y obligaba al Ayuntamiento de Sevilla a actuar frente al botellón. Pasado un tiempo, los hechos parecen repetirse en el Arenal, aunque con alguna variante. Sus vecinos vuelven a ponerse en pie contra los «rebrotes» de la movida derivados de la llamada ruta del gin tonic que discurre entre las calles Arfe, Adriano y Harinas. Explican que de un tiempo a esta parte se ha producido una «eclosión de abacerías» en la zona, «negocios que terminan funcionando como bares de copa y en los que la gente acaba en la puerta bebiendo en vasos de plástico por las reducidas dimensiones del local». La calle Arfe concentra la mayoría de los nuevos establecimientos. Hasta una docena se contabiliza en uno de sus tramos. «Donde antes había una fontanería, ahora hay una abacería;donde había una tienda de ultramarinos, ahora un bar... y así todo lo que cierra es para luego acoger un bar», explican desde la asociación de vecinos Torre del Oro del Arenal, cuyos representantes realizaron ayer un recorrido por las calles Arfe y Adriano, principal foco de estos problemas de convivencia que alteran el descanso. Les acompañaron el portavoz del PSOE, Juan Espadas, y los concejales socialistas Juan Carlos Cabrera y Encarnación Martínez. Los vecinos criticaron la proliferación de licencias de nuevos bares en una zona acústicamente saturada como es el Arenal. «No se pueden abrir bares y más bares, que generan continuos problemas de ruidos y suciedad con las aglomeraciones de gente a las puertas de los locales», criticó el portavoz vecinal del Arenal, el histórico Antonio Fernández, quien exigió a los responsables municipales que «hagan cumplir la ley» y que realicen «un mayor seguimiento» de la actividad que finalmente desarrollan los nuevos locales. «Dicen que son abacerías y luego están dispensando alcohol hasta altas horas de la madrugada y funcionando como bares», aseveró Fernández. arfe-arenalLas consecuencias de estas aglomeraciones están soliviantando la rutina de los residentes. «Estamos cansados de tener que seguir luchando una y otra vez con el mismo problema. Los ruidos son tremendos y la suciedad que dejan detrás, ni te imaginas. Ya ganamos una sentencia. Esto ha estado bien unos ocho años pero lleva un tiempo… ¿por qué sigue todo igual?», insisten desesperados. La entidad vecinal, por su parte, tiene previsto movilizarse «de no haber una solución inmediata». Sus acciones serán judiciales «para acabar con este incumplimiento continuo de leyes y normas». En este punto, Fernández recordó «la vigencia» de la sentencia judicial del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), con fecha 22 de enero de 2002. Entonces, los jueces obligaban al Consistorio a actuar ante «la permisividad» e «inactividad municipal» de la concentración de gente. A ello se suma la Ley Antibotellón que sanciona el consumo de alcohol en la vía pública. «El gobierno local tiene que aplicar de una vez las leyes y frenar un problema que aparece y desaparece y que no termina de solucionarse», recriminó Fernández. El líder vecinal insistió asimismo en volver a acudir a los tribunales, «a los altos tribunales», para acabar con una situación que altera el sueño de los residentes y que «está degradando la imagen de la ciudad». En este sentido, la entidad Torre del Oro retomará su propuesta de principios de año cuando detectó «los primeros rebrotes» del botellón. Amenaza ahora con pedir la mediación del Tribunal Superior de Justicia y del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, en Estrasburgo. «No nos vamos a quedar de brazos cruzados, ya ganamos una vez y ahora puede que se repitan los hechos», vaticinaron los vecinos, que también apuntaron que el problema de la movida está resurgiendo con fuerzas en otras zonas de la ciudad, como el conocido caso de la Alfalfa y el entorno del Paseo Colón. «Aquí los bares de un tramo tienen aglomeraciones de gente en la puerta y obstaculizan continuamente el paso de los peatones por el acerado», aseguraron los representantes vecinal de la zona. Otras propuestas. Tras escuchar sus peticiones, el portavoz del PSOE abogó en primer lugar por recobrar «un cierto clima de equilibrio y de convivencia que pasa por la revisión de las licencias otorgadas en zonas acústicamente saturadas», como el Arenal, y «restableciendo los turnos de inspección de agentes de Medio Ambiente y el cumplimiento de la normativa». Espadas planteó la posibilidad de crear «una mesa de trabajo conjunta para abordar soluciones conjuntas a problemas comunes en diversos puntos de la ciudad». El líder de la oposición consideró que «Zoido debe pedir disculpas» a los ciudadanos después de haber reconocido que se incumple la Ley Antibotellón: «No basta con el reconocimiento sin más y con el parcheo puntual de la Policía Local en función de donde le apriete el zapato, como está ocurriendo recientemente en la Alfalfa. Es evidente que ese sistema ha fracasado». El socialista ya anunció la semana pasada que llevará el botellón de la Alfalfa al Pleno en forma de moción que hará extensiva a «otros puntos negros de la ciudad, donde las quejas vecinales no encuentran la respuesta ni del gobierno, que se niega a oír con los vecinos, ni de la Policía Local». En la moción se incluirá igualmente la constitución de esa mesa de trabajo conjunto «con representación de vecinos y también de hosteleros». Desde el gobierno local, no obstante, se defendió la actuación municipal contra el botellón. En una nota, el delegado de Seguridad y Movilidad, Juan Bueno, aseguró que han sido «los únicos que han actuado con determinación frente a muchos años de permisividad total del anterior gobierno socialista». «Preferimos que la oposición nos critique porque no hemos conseguido erradicarlo todavía a que los ciudadanos nos digan que no estamos haciendo nada por solucionarlo», señaló Bueno, reclamando al PSOE «una oposición constructiva».

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