Santiago Iglesias, armador del buque gallego "Bahía de Portosanto" que había sido retenido el pasado miércoles por las autoridades mauritanas en el puerto de Nuadibú, expresó su satisfacción por la liberación del barco, y destacó que la administración española ha estado "ágil" en este asunto.
La Embajada de España en la capital mauritana declinó dar detalles sobre la decisión de poner en libertad al pesquero, sobre el que pesaba una sanción de 44.000 euros por presunta pesca ilegal.
El armador del buque, que también confirmó que ha hablado con su hijo, Juan, patrón del pesquero, negó a EFE que la liberación del barco hubiese comportado pago de multa alguna, e insistió en que su buque no causó ningún problema.
La tripulación, informó, está ahora preparando el pesquero para salir al caladero a pescar, "que es lo nuestro", mientras la administración "estuvo ágil", insistió, en la resolución del problema.
Santiago Iglesias confiaba en que las gestiones entre las administraciones española y mauritana ofreciesen una solución en dos días, pero se ha conseguido de manera inmediata. "Mucho mejor", afirmó el armador, que consideró que también el Estado "veía claro que el barco no tenía culpa de nada" y ahora "todos satisfechos", concluyó.
El "Bahía de Portosanto" es un arrastrero de 33 metros de eslora y 1.200 caballos de potencia, que cuenta con una tripulación de catorce personas, de las que seis son gallegos.
