El arqueólogo y director de las últimas y relevantes excavaciones efectuadas en el yacimiento del Carambolo (en Camas), Álvaro Fernández Flores, ha lamentado que el cerro haya quedado "al margen" de las actividades e inversiones realizadas con motivo del aniversario del hallazgo del tesoro pese al "nefasto" estado en el que se encuentra.
Fernández Flores explica que se trata de "una de las grandes paradojas de este aniversario", ya que "mientras se organizan exposiciones y congresos y hay financiación para esos eventos, no la hay para la protección del propio yacimiento, ni medidas políticas para protegerlo ni tampoco financiación para el estudio completo de todo pese a las veces que se ha solicitado por parte del equipo de arqueólogos".
En este sentido, aclara que "el yacimiento no está estudiado al completo y se puede sacar mucho más jugo aún de todo lo que ya se excavó", por lo que insistió en criticar que hayan mantenido este detalle "al margen de toda esa serie de actuaciones que se han programado en el aniversario" y que no se haya atendido "la problemática de rentabilizar científicamente todos los datos que han salido y que se pueden conjugar de forma histórica".
"Pedimos financiación para terminar de estudiar allí pero fue denegada y los intentos de acuerdo no han dado resultado", agrega Fernández, quien reitera que "para otras cosas sí hay apoyo institucional", mientras que "el equipo de técnicos de campo ha pasado a un segundo plano en estos actos conmemorativos".
"Para el propietario del cerro [el constructor Gabriel Rojas], se trata de un terreno baldío, y para los investigadores es un objeto de estudio que está sufriendo un progresivo deterioro".
La Delegación Provincial de Cultura de la Junta realizó años atrás una cubrición parcial del yacimiento, pero "el resto no se protegió de ninguna forma y se está viendo deteriorado por agentes atmosféricos y acciones vandálicas de expoliadores y curiosos", apunta, al tiempo que constata que en el lugar prolifera la botellona y hay "gran acumulación de basura", por lo que califica de "nefasta" la situación del yacimiento. "Se están perdiendo partes de los muros de adobe por la erosión del agua y la vegetación", sostiene.
El responsable de las excavaciones considera que se necesita "un vallado urgente", además de "vigilancia permanente, por lo menos hasta que deje de ir gente y se respete aquello"; y que "se termine de cubrir todo el yacimiento hasta que haya un plan de puesta en valor o conservación definitiva".
Con estas medidas preventivas, según asegura, se conseguiría que "no se sigan alterando aquellas zonas que no se cubrieron hasta tenerse una idea sobre lo que se va a hacer allí".
Por otro lado, avanza que Cultura podría estar gestionando una reforma de la catalogación del yacimiento "para que tenga más cautelas de protección", aunque recuerda la "problemática" que se deriva del hecho de que la finca sea de propiedad privada.
