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Economía

El arranque se cierne sobre los olivares de aceituna de mesa

Una palabra maldita en el campo, la del arranque, comienza a pronunciarse con peligrosa frecuencia en el olivar de aceituna de mesa del Aljarafe sevillano. Es la respuesta del sector ante la larga crisis de precios que padece. Y en esta reconversión están de acuerdo la patronal agraria Asaja y los industriales de Asemesa.

el 16 sep 2009 / 06:59 h.

Una palabra maldita en el campo, la del arranque, comienza a pronunciarse con peligrosa frecuencia en el olivar de aceituna de mesa del Aljarafe sevillano. Es la respuesta del sector ante la larga crisis de precios que padece.

El hecho de que ya se pueda cobrar íntegra la ayuda comunitaria sin tan siquiera recolectar (pago único, independiente de la cosecha), la crisis de precios que soporta este producto y los elevados costes de recolección se combinan para llamar al sector a la reconversión de las fincas menos rentables. Las imágenes que ilustran esta información son testigos de plantaciones abandonadas, sin la limpieza y las podas selectivas que exigen estos árboles.

"Sí, habrá que arrancar olivares", dice tajante José Vázquez, técnico de la patronal agraria Asaja de Sevilla. No se trata de una sentencia disparada al aire, sino con visos claros de realidad. Queda en el recuerdo la amenaza que, en la primavera de 2008 y con la huelga del campo de por medio, lanzaron los productores de melocotón, y hoy es palpable que en Sevilla se ha reducido su número de hectáreas.

Para Vázquez, la próxima recogida de la aceituna de mesa, el verdeo, que se inicia a mediados de septiembre y constituye la campaña agrícola con más demanda de mano de obra en la provincia, marcará un antes y un después. Hace dos años, relata, el kilo se pagaba a una media de 72 céntimos de euro, y con este precio las cuentas más o menos salían. Durante el pasado, tal cotización se depreció hasta los 60 céntimos que, según sus cálculos, son los que suman los costes de producción (36 los de recolección, 12 los de tratamientos y otros tantos los de poda). Y ese último precio es el que, de nuevo, se está barajando pero para la aceituna de mesa ya entamada (es decir, la que sale de la primera transformación en la industria), y trasladado al campo supondría 48 céntimos de euros, "que son ruinosos".

"Nos podemos cargar un producto, el de la aceituna de mesa, que es emblemático en Sevilla, y de hecho somos líderes mundiales en producción, industria y exportación". Al margen de la ayuda europea, que es sensiblemente inferior a la que se otorga al oro verde, el sector no tiene ningún mecanismo de regulación (al contrario que el del aceite de oliva, que dispone del almacenamiento privado subvencionado por Bruselas), y su interprofesional, con sede en la capital hispalense, está especialmente centrada en la promoción.

El técnico de Asaja advierte. "Hay cierta impresión, sobre todo en el Aljarafe y en localidades como Utrera y Arahal, de que no existe interés por recoger la aceituna, y las administraciones deberían estar asustadas, porque es mucho el empleo que genera la campaña".

Antonio de Mora es director gerente de la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa). "El campo necesita una fuerte reconversión y apostar por la recolección mecanizada en todas las variedades de aceitunas posibles, frente al sistema manual de ahora que data de hace siglos".

Como representante industrial, De Mora dice ser consciente del problema para cubrir los costes productivos que tiene el primer eslabón de la cadena, el agricultor. Se trata, agrega, de una cuestión estructural que se ha agravado tras el descenso del consumo por la crisis económica y el constante incremento de las cosechas.

El olivar, incide, no podrá competir si no logra ajustar sus costes de recolección, la mano de obra, y para que toda la cadena sea rentable "se debe hacer un esfuerzo, en especial desde las organizaciones agrarias y que nosotros apoyaremos desde Asemesa y en la interprofesional, para implantar la recolección mecanizada". En este sentido, Antonio de Mora niega que las aceituneras estén presionando los precios a la baja. "La industria está muy atomizada, con 400 operadores, y con tantos lo que funciona es la ley de la oferta y la demanda". Sobre los arranques, sólo una cosa. "Algo habrá que hacer con el olivar menos rentable".

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