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El arreglo del césped de la ciudad deportiva ya está en marcha

Una fuga de agua acabó de estropearlo en agosto, pero el Betis ya tiene un plan para que esté igual que el del estadio.

el 07 sep 2012 / 20:39 h.

El color de la hierba no es el mejor posible, como se ve.
Además de la lesión de Rubén Castro y la derrota ante el Rayo, padece el Betis un problema de similar importancia que va más allá de la competición. Se trata de un inconveniente que no es nuevo, que comenzó hace meses, que afecta a la plantilla todos los días y que no se acaba de arreglar: el estado del césped de la ciudad deportiva. Desde que el 13 de agosto volvió de Alemania, Pepe Mel ha dirigido 21 entrenamientos. Trece de ellos han tenido lugar en la ciudad deportiva y otros ocho, en el estadio Benito Villamarín. La proporción no es normal. Tampoco es normal el horrible aspecto que presenta el verde de Los Bermejales. Y el club se ha puesto manos a la obra para enmendar un obstáculo que afecta a la vida diaria de su primer equipo.

El hecho más significativo de la crisis del césped ocurrió nada más retornar de Bad Schönborn. Después de un entrenamiento se vio a Mel regañar al jefe de instalaciones, Javier Montérdez. El mal estado de la hierba entonces tenía su explicación: antes de viajar a Alemania, el míster había pedido al club que reblandeciera el tapete, ya que se lo encontró muy duro a la vuelta de las vacaciones, pero en pleno proceso de mejora, pocos días antes de que la expedición volviese de Alemania, una tubería subterránea se rompió y la fuga de agua resultó funesta. El campo, blando por las obras que se le estaban efectuando, se anegó y desde entonces se levanta a las primeras de cambio.

La rotura de la tubería no es casual. El mantenimiento de la instalación hasta hace poco tiempo era horrendo y el sustrato que hay bajo la hierba tampoco es óptimo. Los tubos, antiguos, están en mal estado y la raíz no agarra como debería. Esta temporada, la empresa que ya se encargaba antes del estadio (cuyo verde presenta siempre un estado envidiable) también es responsable de la ciudad deportiva y controla el problema, pero hay otro mayor: el dinero. La cirugía que permitiría arreglar el césped es muy cara y el club considera que hacer ese desembolso, cuando a principios del próximo verano piensa acometer la remodelación integral de la ciudad deportiva, no es oportuno. Pero la empresa, que es GTM, sí ha diseñado un plan de actuación inmediata para que la hierba esté pronto al nivel de la del estadio.

Mientras tanto, el Betis sigue pisando una hierba quemada por muchos sitios, pelada por varios y con aspecto de grama de jardín en otros. La plantilla cada vez usa menos el campo principal, asfixiado por sus propios entrenamientos y los partidos del filial, de modo que es frecuente ver al equipo realizar el capítulo físico y parte del técnico en el campo B para mudarse luego al campo principal para los partidillos. Ayer tocó el B, que ni mucho menos está en óptimas condiciones precisamente.

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