¡Qué grande es ser joven! es el epígrafe-casi la declaración de intenciones- con el que la galería Birimbao, tradicionalmente dedicada a mostrar los trabajos de los más veteranos artistas de nuestra región -Miguel Pérez Aguilera, Juan Romero, Santiago del Campo....- repara en la más joven generación de creadores plásticos andaluces, de inusitada actualidad en los últimos años y objeto de consideración de las más variadas políticas culturales -en manos públicas y privadas-.
Asegura en el texto escrito ex profeso para la exposición el crítico y columnista de El Correo Sema D'Acosta que "no existe la menor duda de que nuestra región será una de las protagonistas" del panorama artístico nacional en los próximos años, "porque coinciden en Andalucía determinadas circunstancias favorables que dan como resultado una pléyade de creadores de primer nivel cargados de razones y motivos para ser tenidos en cuenta".
De este conjunto indeterminado -al que se añaden y excluyen nombres en función del criterio de la crítica actual-, Birimbao ha elegido una treintena de ellos, de tal modo que, aunque no están todos los que son, sí se ha preocupado la sala que regenta Mercedes Muro, en que sean todos los que están. A los indiscutibles Mp&Mp Rosado, Miki Leal, Jesús Zurita o Simón Zabell, se unen la emergencia y el descaro de María Cañas, María José Gallardo, Cristina Lama y Matías Sánchez; la constancia de David López Panea y Paco Pérez Valencia y el despertar de Ramón David Morales o Jesús Palomino. Y así, hasta llegar a 30, cifra que se alcanza con otros nombres de actualidad en la vida expositiva de la ciudad (Juan del Junco, Miguel Soler, José Miguel Pereñíguez...).
Los límites de la sala y la cantidad de artistas seleccionados han determinado el número de piezas y el tamaño de las mismas pero, a pesar de ello, "la exposición consigue mostrar una panorámica general del trabajo que se desarrolla en Andalucía, a la vez que permite una visión individualizada del quehacer de cada uno de los artistas que participan", asegura la galería.
En este sentido, la colectiva es tan ecléctica y multidisciplinar como lo es el trabajo que cada uno de estos creadores desarrolla en campos tan variados como la pintura, la fotografía, la videocreación y las instalaciones, y sólo relacionado por varios nexos comunes: "Desenfado, descaro y apetito son los tres argumentos que esgrime esta generación desacomplejada que cree en la complementariedad y no en la competencia; un grupo de jóvenes que se caracteriza por preferir compartir antes que trabar", asegura D'Acosta en el texto, al que, por aquello de las facilidades de identificación que otorgan las etiquetas, ha titulado con el sugerente nombre de Generación Boom-boom. La muestra, que se inauguró el pasado 14 de abril y podrá ser visitada hasta mediados del mes de mayo, cuenta con un peculiar montaje realizado por Juan María Vélez.