Acto con la Virgen de Estrella, titular de la asociación de fieles.
El Arzobispado de Sevilla ha “suspendido totalmente” la asociación parroquial del Resucitado, por lo que el proyecto de esta entidad religiosa “ya no existe”. Así lo ha hecho público el párroco de Santa María de la Mesa y vicario episcopal de la zona Este, Diego Pérez Ojeda, quien lo justifica con “una serie de irregularidades” que no se especifican. Lo que sí se indica es que “en repetidas ocasiones se les ha advertido, incluso en la persona del delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Manuel Soria Campos, de las incorrecciones que se estaban cometiendo”.Una suspensión de estas características es un hecho muy poco frecuente, hasta el punto de que en los últimos años sólo se recuerdan dos casos en Sevilla, el de las hermandades de Valme en Bellavista y la Cena de Dos Hermanas (ésta ya activa). En el caso de Utrera, la máxima autoridad eclesiástica de la ciudad resalta que este “grupo de fieles se ha formado mal desde la raíz y, como el árbol cada vez iba más torcido, lo mejor era cortar por lo sano”. A ello se une que últimamente “no existía acuerdo entre los propios miembros de la asociación, no había entendimiento ni signos cristianos”. En cualquier caso, dicho colectivo “carece de identidad jurídica en la Iglesia, sencillamente son un grupo de fieles que se ponen bajo la dirección espiritual y pastoral del párroco, con la posibilidad de que algún día pudieran constituirse en hermandad”.
En este sentido, dos han sido los informes emitidos tras analizar la situación del colectivo religioso, “no habiendo sido positivos”. Uno de ellos lo firmó el párroco de San José, Joaquín Reina, ya que este sacerdote se venía haciendo cargo de la dirección espiritual de la asociación parroquial en los últimos tiempos. El segundo de los informes lo rubrica el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías.
El responsable de Santa María de la Mesa apela a la normativa existente en la Archidiócesis en lo referente a la erección de nuevas hermandades. Es el caso de las Normas Diocesanas para Hermandades y Cofradías, del año 1997, entre cuyos artículos se encuentra, por ejemplo, que debe tenerse en cuenta “el grado de participación en la vida de la Iglesia y en la comunidad parroquial del grupo de fieles que propone la erección de una hermandad y cofradía”. Desde este punto de vista, “el proyecto inicial planteado por este grupo de fieles no existe y habrá que ver en un futuro si se reúnen las condiciones necesarias para iniciar un nuevo proyecto, partiendo desde cero”. Esto se estudiará tras la Semana Santa del año 2012, fecha planteada por Soria Campos como la adecuada para analizar qué hacer. El párroco de Santa María se muestra “dispuesto a ayudarles a solucionar el problema”.
En relación a los enseres, imágenes y casa-hermandad, “hay que estudiar qué hacer con ellos”. Así, Pérez Ojeda explica que los elementos que “sean de particulares se los quedarán ellos, pero el resto pasará a manos de la parroquia”. Por su parte, el vicepresidente de la asociación parroquial del Resucitado, Juan Ignacio Ojeda, ha declinado hacer declaraciones por el momento.
