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Cofradías

Asenjo prohíbe a la Macarena cobrar 5 euros por las sillas de la Plaza de España

La corporación de San Gil se lamentó ayer de la prohibición y de que no se le diera la oportunidad de explicarle la medida a los hermanos.

el 05 may 2014 / 12:52 h.

macarenaEl canon de las sillas macarenas ha pasado definitivamente a la historia. El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha instado a la hermandad de la Macarena a que suprima el pago de 5 euros por cada una de las sillas que se instalarán en la Plaza de España –7.000 destinadas a los hermanos y acogidas a esta polémica tasa– con motivo de la misa estacional que celebrará la corporación de San Gil el próximo 31 de mayo, día en el que se conmemora el cincuenta aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza. Una tasa que fue acordada por el cabildo de oficiales de la junta de gobierno que preside Manuel García y que, finalmente, no llegará a aplicarse ante la prohibición expresa por parte del prelado de la Iglesia sevillana. Fue durante la tarde del pasado domingo, al término de la eucaristía de acción de gracias por las canonizaciones de San Juan XXIII y San Juan Pablo II en la Catedral, cuando Asenjo se puso personalmente en contacto con el hermano mayor macareno, ante las noticias que le llegaban sobre esta polémica decisión y que en principio extrañaron al propio arzobispo. En el transcurso de esta conversación –en la que reinó la cordialidad en todo momento, según las fuentes consultadas por este periódico–, el prelado señaló a García que «esto no podía ser», en relación al establecimiento del pago de 5 euros por hermano para poder asistir al pontifical del próximo día 31 de mayo. En la misma llamada, el arzobispo recordó a García que «por asistir a una eucaristía no se puede cobrar» y pidió al hermano mayor que modificase la decisión del cobro de este canon. «No fue una prohibición expresa pero si le comentó que no veía del todo correcto su aplicación», aseguraron ayer las fuentes del Arzobispado consultadas por este periódico. La hermandad de la Macarena se pronunció a última hora de la noche lamentando la decisión del Arzobispado. «Este donativo, cuya naturaleza del término es siempre voluntaria, sería aplicable únicamente a los hermanos que libremente quisiesen adherirse a tal iniciativa», reza la nota aclaratoria publicada por la hermandad. «Lamentamos profundamente que esta iniciativa haya sido abortada antes, incluso, de explicarse a los hermanos, y que se haya manipulado de forma intencionada en pro de dobleces y de interpretaciones alejadísimas de la realidad y del sentir colectivo de los oficiales de Junta». Como ya se informó, el hermano mayor justificó el cobro de estos 5 euros por silla advirtiendo que el importe iría destinado en su totalidad a la asistencia social. Desde el Arzobispado se le indicó que la eucaristía ya contempla un instante en el que los fieles pueden hacer una aportación «voluntaria» de la que posteriormente la hermandad podría disponer para seguir financiando cualquiera de las iniciativas de su amplia obra social. «Para eso está la colecta en la que cada uno puede ofrecer la cantidad que puede y que crea conveniente», señalaron. La Macarena también se pronunció sobre esto: «Se tuvo en cuenta, y así se debatió, la imposibilidad existente de establecer una colecta durante el acto, dada la ingente cantidad de público previsible, y se barajó el hecho de generar una bolsa de caridad cuyo destino estaría siempre dirigido a las múltiples necesidades que el barrio y la sociedad sevillana, en general, están padeciendo».   DIMISIÓN. Hace sólo unos días que la hermandad comunicaba el acuerdo de la junta de gobierno en el que se establecía el pago de 5 euros para los hermanos que quisieran ocupar una de las 7.000 sillas que se habían reservado para ellos en la Plaza de España. Una decisión no exenta de polémica entre los miembros de la corporación que ha tenido consecuencias de diversa consideración. Una de ellas ocurría el pasado domingo, cuando el consiliario cuarto de la junta de gobierno, Antonio del Pino, presentaba vía telefónica su dimisión al estar en desacuerdo con la decisión adoptada por el cabildo de oficiales macareno. Tras poco más de cinco meses en el cargo –las elecciones fueron el pasado mes de noviembre–, indicaba en su cuenta de twitter que había sido «la decisión más dura y dolorosa» de su vida, «pero en conciencia tenía que hacerlo». Asimismo, y antes de presentar su renuncia, advirtió en la misma red social que no iría al pontifical pero que «pagaré mis entradas y las de mi familia, entregando el dinero a la asistencia social». De momento, el extremo que sí han descartado desde la corporación es que este asunto vaya a provocar la dimisión de cualquier otro miembro de la junta de gobierno. Será el sábado 31 de mayo cuando se celebre en la Plaza de España la misa estacional con motivo de las bodas de oro de la coronación canónica de la Macarena. Un total de 9.000 sillas –2.000 para protocolo– formarán el aforo de una eucaristía tras la cual la Virgen regresará a su barrio en una procesión triunfal.

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