Socavones, aceras rotas, alcorques destrozados... Ese es el rastro que el temporal de lluvia y viento ha dejado en las calles de Sevilla tras más de una semana azotando a la ciudad, obligando a cerrar los parques y provocando problemas de tráfico. Unas incidencias que han aumentado debido al gran número de obras que se están llevando a cabo y que han sido las grandes afectadas del temporal. Lo peor es que Sevilla vuelve a estar hoy en alerta amarilla por viento y lluvia.
Sólo hay que darse una vuelta por la ciudad para comprobar el estado en el que han quedado muchas calles, en especial, en aquellas en las que se acometen obras, pues muchas de ellas han sufrido desperfectos. La Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad ya ha comenzado a hacer un listado de todos los daños para su reparación, pero por ahora, según fuentes municipales, se están cubriendo con albero los baches de mayor gravedad, dado que ha vuelto a llover y es imposible que el asfalto o la pintura seque. Es lo que ha ocurrido en calles como Feria, donde las fuertes precipitaciones provocaron varios agujeros en el asfalto que ayer fueron cubiertos antes de que comenzara a llover.
Uno de los principales afectados son los trabajos del carril bici, ya que en muchos tramos no ha dado lugar a que el asfalto agarre, lo que ha provocado que se esté levantado. Es lo que ha pasado en la calle Pirotecnia, donde además también se ha abierto un socavón en el acerado, o en algunos tramos de Triana, en concreto en la calle San Jacinto, recientemente reurbanizada.
Allí también ha habido problemas con el asfalto, al igual que en la calle Castilla y en la Ronda de Triana, donde han aparecido socavones en la carretera. Todas estas calles fueron asfaltadas recientemente y, como consecuencia del temporal, tendrán que ser reasfaltadas parcialmente. Otra de las zonas afectadas es la Cartuja tanto en la zona de Puerta Triana, junto a las obras de la Torre Pelli, como en las calles en las que se está construyendo el carril bici.
Pero los problemas no sólo se han registrado en las obras de esta nueva infraestructura, sino también en otras como la ampliación del tranvía hasta San Bernardo. En la avenida de Enramadilla, justo frente al edificio Viapol, han aparecido socavones en el asfalto, pese a que la zona fue reurbanizada tras las obras del Metro. En esa misma zona, en concreto junto a las nuevas facultades, el acerado y lo alcorques de los arboles también están levantados.
El Centro es otra de las zonas en las que también se ha dejado notar los efectos del temporal. En la Puerta Jerez, recién urbanizada también, el acerado se ha desprendido, levantándose las baldosas. Algo similar ha ocurrido con la Plaza de la Encarnación, donde el acerado está suelto como consecuencia de la lluvia; mientras que en calles como Trajano y el Paseo Colón también han aparecido grandes baches.
Al margen de las obras, los otros grandes perjudicados han sido los parques de la ciudad. El pasado 21 de diciembre tuvieron que cerrar por el fuerte viento y la lluvia y, a día de hoy, aún permanecen cerrados el Parque de los Príncipes y el del Alamillo, ante el riesgo de desprendimiento de ramas, el resto ya ha abierto tras dos semanas. En este último, el temporal ha provocado la caída de 40 árboles, la mayoría de ellos pinos, ya que el agarre de las raíces se ha visto debilitado al empapar la tierra, lo que unido al fuerte viento ha provocado su derrumbe. "Estamos revisando todos los árboles porque hay muchas ramas quebradas", explicó ayer el director del parque, Adolfo Fernández. Una de las mayores dificultades que se están encontrando es que no pueden acceder con maquinaria, pues la tierra está empapada, para recoger las ramas y los árboles.
Fernández espera que en los próximos días puedan volver a abrir y retomar sus habituales actividades, aunque dependerá de si el tiempo lo permite. Por ahora parece difícil, ya que la provincia está hoy en alerta amarilla por lluvia y viento y la previsión estima que las precipitaciones nos acompañarán hasta el miércoles, por lo que afectara a buen seguro a la Cabalgata. Para el fin de semana, volverá a llover y las mínimas descenderán hasta los dos grados bajo cero.
