El asma es un mal que se ceba especialmente con los niños: si entre el 5 y el 7% de los adultos sufre la enfermedad, la cifra se eleva al 10% en el caso de los menores andaluces, según los datos facilitados ayer por la Asociación de Neumólogos del Sur (Neumosur ), con motivo del día mundial del asma que se conmemora hoy. El presidente de la Asociación de pacientes asmáticos y alérgicos de Huelva, Antonio Zapata, denunció que el tratamiento de los menores, más sensibles a las agresiones ambientales, "está mal llevado desde la sanidad pública", por lo que pidió más atención y recursos. A su entender, hay que vigilar la contaminación para evitar que se agraven los síntomas -sobre todo en su provincia- y "extremar" las vacunas y el control en épocas de resfriados y alergias, como ahora, con 12.000 clases de gramíneas en el aire. "Nos dan una paliza que nos vuelve locos", explicó gráficamente.
El secretario general de Neumosur, Agustín Valido, explicó que hay que diagnosticar bien la enfermedad para atenderla de raíz, pues sus signos son "muy confundibles": se manifiesta con cuadros de tos y ruido torácico, los bronquios se enrojecen y se inflaman por distintos desencadenantes que pueden variar a lo largo de la vida del paciente. Cerca del 90% de los asmáticos soportan estos síntomas como parte de su vida sin tomar ni medicación, cuando en el 95% de los casos los fármacos lograrían que su vida fuera normal. Desde la asociación estiman que el 47% de los pacientes de la comunidad no tiene un buen control de su enfermedad y un 26% más no sigue ningún tipo de tratamiento.
Según Neumosur, "existe un 52% de asmáticos sin diagnosticar", aunque en los últimos 40 años la mortalidad se ha reducido de diez a dos de cada 100.000 pacientes. El número de enfermos, sin embargo, sigue al alza. Un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica afirma que el coste anual del asma es de 1.480 millones de euros.
