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El Athletic, un león dentro del área y otro en el banquillo

El Athletic Club luce ocho Ligas y 24 Copas en su magnífico museo y nunca, nunca jamás ha jugado en Segunda en 111 años de historia, pero ya lleva varias temporadas flirteando con el peligro. Joaquín Caparrós intenta evitarlo por segundo curso consecutivo.

el 15 sep 2009 / 20:11 h.

El Athletic Club luce ocho Ligas y 24 Copas en su magnífico museo y nunca, nunca jamás ha jugado en Segunda en 111 años de historia, pero ya lleva varias temporadas flirteando con el peligro. Joaquín Caparrós intenta evitarlo por segundo curso consecutivo con la inestimable ayuda de Fernando Llorente.

La vida ya no es igual en San Mamés. La afición del Athletic se ha olvidado de pelear por grandes títulos, como hizo durante décadas, y se ha acostumbrado a mirar cada lunes la parte baja de la clasificación de Primera. Los tiempos cambian y la avalancha de futbolistas extranjeros que inundan el fútbol español desde que la Ley Bosman les abrió la puerta no tenía más remedio que influir en el devenir de una entidad cuya identidad, desde su nacimiento, pasa por dar su camiseta sólo a jugadores de la tierra. Así es y será el Athletic, que hoy regresa a Heliópolis por primera vez desde la triste noche en que un energúmeno tiró una botella al meta Armando.

Polémicas aparte, este Athletic enclaustrado en la zona de la tabla donde el único objetivo es no ser engullido por el descenso llega a Sevilla con el consuelo de haber enlazado tres jornadas seguidas sin perder, dos de ellas con triunfo. Esa huida del abismo y de la penúltima posición, que ocupó no hace ni mes y medio, ha tenido un solo protagonista: Fernando Llorente. Puede que el fútbol sea un deporte de once hombres, pero en el frágil conjunto rojiblanco hay alguien por encima de la línea de discreción general, y no sólo por su altura (1,95). El delantero pamplonés, que en febrero cumplirá 24 años, ha enterrado las muchas dudas que surgieron en el Botxo cuando, a última hora del mercado veraniego, el Athletic traspasó al Mallorca a su mejor atacante de las últimas campañas, Aritz Aduriz. Tardó más de dos meses en hacerlo (un solo gol en las nueve primeras jornadas), pero desde que el equipo vasco arrancó su remontada, precisamente en Palma, Llorente ha marcado cinco tantos y ha intervenido en casi todas las jugadas de gol de los suyos.

Al margen del reciente internacional español, poco más hay que contar de este Athletic que se reforzó con hombres de poco nombre (Ion Vélez llegó del Hércules, Íñigo Vélez del Murcia, Del Olmo del Eibar...) y que confía su suerte a la particular sabiduría de su entrenador, un león utrerano que sabe cómo no perder casi nunca en Heliópolis: Joaquín Caparrós.

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