El Atlético de Madrid recibe al PSV Eindhoven en el Vicente Calderón, un partido que se disputará a puerta cerrada por la sanción de la UEFA y en el que los locales miran a octavos de la Liga de Campeones, donde tendrán un sitio asegurado con una victoria e incluso, probablemente, con un empate.
Su liderato del grupo D, igualado a ocho puntos con el Liverpool y con una ventaja de cinco sobre su rival de mañana y el Olympique de Marsella, dan al conjunto rojiblanco muchas opciones de sellar su billete para la siguiente ronda con una jornada de antelación, siempre que no falle contra el necesitado equipo holandés.
El triunfo enviará al Atlético directamente a octavos de final en su regreso a la máxima competición continental después de más de once años, pero incluso un punto ante el PSV, si el Marsella no gana en Liverpool, impulsará la clasificación del grupo dirigido por el mexicano Javier Aguirre, invicto este curso en la Liga de Campeones.
Dos victorias, en Eindhoven (0-3) y en casa ante el Olympique (2-1), y dos empates, ambos a uno contra el Liverpool, han dejado al equipo madrileño en una situación idónea para pasar de ronda en la Liga de Campeones, un torneo en el que muestra su mejor nivel en contraste con su irregularidad en la Liga española.
No es el mejor momento del equipo rojiblanco en la competición nacional, en la que, aunque acumula cinco partidos sin perder, sólo ha sido capaz de ganar dos de sus últimos ocho encuentros en Liga, el pasado domingo sufrió un doloroso empate en el último minuto contra el Numancia y ve todavía lejos los cuatro primeros puestos.
Aun así, el Atlético tiene argumentos suficientes para sentirse favorito ante el PSV Eindhoven, como su potencial ofensivo, liderado por las genialidades del argentino Sergio 'Kun' Agüero, la capacidad goleadora del uruguayo Diego Forlán -ha marcado tres tantos en los dos últimos choques- y el desborde del portugués Simao Sabrosa.
También su convincente trayectoria como local en la historia de la Copa de Europa, en la que la sólo ha cedido tres derrotas en 24 partidos; la superioridad mostrada en el último precedente ante el PSV, 0-3 en Eindhoven, y los nueve duelos oficiales sin perder de forma seguida aumentan el optimismo en la plantilla rojiblanca.
En su contra estará la ausencia de público en las gradas del Vicente Calderón, que vivirá su primer partido a puerta cerrada en 42 años de historia por la sanción de la UEFA tras los incidentes en el pasado encuentro ante el Olympique de Marsella, ratificada la pasada semana por el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
No se esperan cambios en el once del entrenador mexicano Javier Aguirre, que cumplirá su segundo partido de suspensión y que seguramente apostará por su esquema habitual, un 4-1-3-2, con Agüero y Forlán como delanteros y secundados en tareas ofensivas por el argentino Maxi Rodríguez y los portugueses Maniche y Simao.
