Imagen de uno de los cristales apedreados (Marca).
El autobús del Sevilla fue apedreado minutos antes de llegar a las instalaciones de San Mamés, aunque afortunadamente no se produjeron daños personales, si bien varios cristales resultaron dañados.
Según Marca, a unos 600 metros del estadio varios grupos de aficionados del Athletic increparon a la expedición sevillista a su paso, actitud que en el tramo final que da acceso al nuevo San Mamés, aprovechando las escasas medidas de seguridad, llevó a algunos aficionados a lanzar piedras y botellas al autobús, que llegó finalmente al recinto cerrado del estadio con varios cristales rotos.
Según el Sevilla, resultó dañado el cristal delantero del autocar como consecuencia del lanzamiento de una piedra por parte de un aficionado local, piedra que pasó por encima de la cabeza del conductor, ileso por suerte.
