J. Alonso / N. Jiménez
Estaba previsto que el plan de aparcamientos disuasorios se impulsase definitivamente hace ya seis meses. No ha sido así. Ahora el Ayuntamiento afronta en 2008 el reto de iniciar las obras de al menos dos grandes subterráneos que servirán como instalaciones disuasorias ante el cierre inminente del Centro al tráfico.
El diseño trazado en el Plan General de Ordenación Urbana implica la creación de grandes bolsas de aparcamientos rotatorios en los accesos al casco histórico, de forma que los coches no accedan al núcleo urbano. Está previsto que el proceso de peatonalización se active con celeridad, el próximo verano, pero los párkings en cambio llevan otro ritmo. Sólo se ha concluido uno de los previstos, el de José Laguillo. Pero quedan ahora los más grandes: la Glorieta del Cid y Barqueta, a los que hay que añadir el que se ubicará bajo el edificio de oficinas de Rafael Moneo.
Estos proyectos deben cubrir los grandes accesos por el Norte y el Sur al Centro histórico. La bolsa de aparcamientos de este segundo caso es la más grande de las que dispondrá la ciudad. Si se cumplen las previsiones del área de Movilidad, debe impulsarse la construcción de dos grandes subterráneos en apenas unos metros. Uno, en la Glorieta del Cid, con 1.000 plazas, la mayoría de rotación. Y otro en el Prado, con 800 plazas, cuyo reparto entre residentes y rotatorias está aún por definir. Al menos las obras en el Cid deben comenzar en 2008, puesto que ya acumulan varios meses de retraso.
Por el norte, la gran bolsa de aparcamientos debe ser la de Barqueta. Otras instalaciones que siguen acumulando retrasos. La Delegación de Movilidad asegura que el anteproyecto está a punto de concluir su fase de exposición pública y que a corto plazo se podrán licitar las obras. De las plazas de las que dispone este subterráneo, 200 serán para residentes y el resto, 400 tendrán un uso de carácter rotatorio.
El entramado diseñado de aparcamientos rotatorios en el perímetro del Centro, se completa con las 500 plazas de José Laguillo -300 de uso rotatorio- y las 535 del Paseo Colón, que podrían duplicarse si los estudios que realiza el área de Movilidad revelan que es viable la ampliación que se estudia en estos momentos. Al margen quedan las instalaciones de la Avenida de Roma y Plaza de Cuba.
Estos estacionamientos deben además compensar la supresión de unas 1.600 plazas de aparcamientos rotatorias que hay en el Centro y que están llamadas a desaparecer si se cumple la previsión del PGOU.
