La polémica decisión no sólo ha levantado críticas entre los partidos de la oposición sino también entre los vecinos y comerciantes que ven en esta medida una merma de la calidad de vida y, sobre todo, del valor de los futuros inmuebles que se construyan en la zona.
En este sentido, el portavoz del Grupo Municipal Andalucista, Francisco Rubio, se pregunta "quién va a comprarse una vivienda en esta zona, sin garaje, cuando no hay alternativas cercanas de aparcamiento", redundando en que "la gente no se merece andar cientos de metros para aparcar, pudiendo tener garaje en su propia vivienda".
Según Francisco Rubio, "si las posibles construcciones o reformas de inmuebles de la calle La Mina o la calle Mairena -dos de las más céntricas de la ciudad y que concentran un mayor número de comercios- no colindan con las calles traseras, como por ejemplo la iniciativa que se está llevando a cabo en el antiguo edificio de la Bodega, no les será posible abrir una cochera".
La medida tiene además carácter retroactivo ya que afecta a las licencias en tramitación, una cuestión que con seguridad va a provocar la presentación de recursos para su anulación, ya que son varios los residenciales que se construyen a lo largo de todo el casco histórico.
Los comerciantes del municipio también se han manifestado en contra de esta decisión. De hecho a través de la Federación de Industriales y Comerciantes (FICA), se ha elevado una propuesta al consistorio para que derogue esta normativa.