La polémica tras la muerte de Rosario Alonso Ballesteros, una vecina de Carmona de 87 años que según la denuncia de su familia murió tras esperar más de hora y media la ambulancia el pasado día 16, crece después de que la junta de gobierno local se reuniera ayer, en turno urgente, acordando pedir a la Consejería de Salud una unidad móvil de emergencias para este municipio. Y no es la primera vez, ya que el año pasado el Ayuntamiento de Carmona la reclamó en varias ocasiones.
Por su parte, el servicio de urgencias sanitarias 061 señaló ayer que transcurrieron "menos de 40 minutos" entre que se recibió el aviso y el médico acudió a la vivienda de la mujer, que murió como consecuencia de un cuadro de disnea. Eso sí, el médico fue trasladado por un familiar de la víctima porque la ambulancia todavía no había llegado. Salud sigue investigando.
