Manifestación que pedía la dimisión del alcalde.
El Ayuntamiento de Espartinas cobrará a los grupos de la oposición la limpieza de las pintadas a favor de la manifestación que se celebró el pasado viernes. Según el Ayuntamiento, la medida aplica el artículo 19 de la Normativa de Limpieza municipal que recoge, como motivo de la sanción, «las pintadas en la vía pública sobre elementos estructurales, calzadas, aceras, mobiliario urbano, muros y paredes».
El Ayuntamiento aún está determinando el importe de las pintadas, que se detraerá de la asignación mensual que reciben todos los partidos con representación municipal. En este caso, verán mermadas sus aportaciones el PSOE, IU y UPyD, organizadores de la citada manifestación que, según el portavoz municipal, Javier Jiménez, «primero fue por el cobro de tasas, después contra el IBI y contra el gobierno local y terminó siendo a favor de la tercera república».
El portavoz municipal apunta que el Consistorio no puede permitir «la falta de civismo por parte de políticos cuyo único objetivo es destrozar la imagen del municipio, ensuciándolo con pintadas». Jiménez es claro: «Aquí en Espartinas, el que ensucia paga, por muy concejales que sean. Los vecinos no tienen por qué pagar con sus impuestos las guarrerías de cuatro incívicos». no obstante, Jiménez sostiene que todo el mundo tiene «derecho a manifestarse», pero sin «saltarse las normas de convivencia».
Ante tales acusaciones, la oposición no se queda callada. De hecho, se muestran asombrados por la medida municipal ya que aseguran que no saben de qué pintadas habla el equipo de gobierno. El portavoz de IU en Espartinas, José María Calado, sostiene que «en ningún momento se hicieron pintadas llamando a la manifestación». Mientras tanto, los convocantes de la protesta esperan a ver si el Ayuntamiento va a abrir un expediente para presentar alegaciones.
La oposición reclama explicaciones por parte del Consistorio por la retirada de 200 carteles que anunciaban la manifestación, «pero que no destrozaban el mobiliario público, sino que estaban colgados», explica Calado. El Ayuntamiento apela a la normativa sobre la modificación del mobiliario urbano para retirar la cartelería. Una norma, que según los convocantes, no existe.
