(Vídeo: Bianca Lionte / Charo Morales)
Los planteamientos del coordinador de los trabajos arqueológicos de la línea 3 en la Ronda, quien señala que no habrá trabas para que sea subterráneo, han reforzado las tesis municipales: "El Metro debe ser bajo tierra, el modelo es siempre la línea 1", apuntó el delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
La línea de trabajo que ya planteó el alcalde a la Consejería de Obras Públicas y que será la base de las conversaciones que se lleven a cabo a partir del mes de septiembre sobre el trazado del Metro es clara: todos los tramos urbanos deben ser subterráneos, especialmente dos, que serán objeto de un cierto debate con la Administración autonómica: la Ronda histórica y el Centro de la ciudad, en el enlace entre la estación de Santa Justa y la Campana.
Hace sólo unos días el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, esbozaba con cautela la situación de esta negociación con la Junta: "Vamos a esperar a lo que digan los técnicos, no tenemos decisiones a priori, ni actitudes maximalistas. El Metro en la ciudad debe ser subterráneo, pero si nos dicen que en algún punto hay dificultades habrá que tratarlo".
Entre estos análisis técnicos figuran los trabajos arqueológicos que coordina Fernando Amores y que tendrán como punto de partida dos catas que se realizarán en septiembre y que están previstas en la Puerta de Córdoba y en la Puerta de Carmona. Pese a esto, el director de este proyecto ya avanzó el lunes a este periódico que los restos no serán un obstáculo a la hora de definir el trazado de la línea 3: "Las posibilidades son escasas y si sale algo será muy residual. La zona ya está muy castigada, y sólo se pueden despejar dudas concretas, porque no es previsible que haya nada de envergadura".
A la espera de estos resultados, el delegado de Urbanismo subrayó la postura del equipo de Gobierno, que se defenderá en la mesa de negociación a partir de septiembre. "El Metro debe ser subterráneo en todos los tramos urbanos. El modelo es la línea 1, donde sólo se han realizado tramos en superficie en partes del trazado alejadas de la ciudad", explicó Gómez de Celis.
Aunque la negociación que se prevé más complicada es la que afecta a la línea 2. La prioridad son los tramos que afectan a los barrios, pero también la parte del trazado que une Santa Justa con la Campana. Aunque no sea a corto plazo, el Consistorio quiere que en esta fase de la negociación se logre un acuerdo sobre este diseño y que el resultado sea que el Metro circule bajo tierra.
De ahí que el Ayuntamiento ya haya anunciado su renuncia a ejecutar el ramal del tranvía diseñado para enlazar la Campana con la estación de Santa Justa. Un diseño proyectado desde 2007 y que servía para comunicar la Campana, la Encarnación y Puerta Osario con el resto del trazado. El Consistorio no quiere ningún proyecto que pueda restarle prioridad a una línea 2 bajo tierra, ni ha hallado aún una solución técnica para que los tranvías circulen por el Centro.
