Un mal menor. Así encajaron los sindicatos la oferta realizada este viernes por el Ayuntamiento para desbloquear el conflicto derivado del aumento de las plazas vacantes no cubiertas en todos los servicios. El Consistorio, que tiene las manos atadas al fijar el Gobierno central en un 10% la tasa de reposición de plazas libres de la administración, ha propuesto que los 57 puestos ocupados por interinos que se quedarán libres antes del 1 de diciembre y los más de cien que se quedarán en 2012 sean cubiertos al menos parcialmente con contratos temporales de seis meses recurriendo a la bolsa de peones. De esta forma, se atenúa la merma de servicios como la limpieza de colegios, aunque se generaliza un modelo de contrato al que hasta ahora sólo se recurría de forma excepcional en el Consistorio, según confirmaron fuentes sindicales. Aunque no se desconvocarán las movilizaciones, de momento, el presidente del comité de empresa, Manuel Losa (CCOO) y representantes de Csi-Csif y del SPB confirmaron que se podrá llegar a un pacto cuando empiecen los contratos.
Pero los problemas de personal no se limitan a las carencias de la recta final del año. La oferta pública de empleo de 2011 será la más baja de los últimos ejercicios. Sólo 14 contrataciones, el 10% de las 121 plazas vacantes que se han generado este año. Esta situación provocará que casi todas las incorporaciones futuras a la plantilla municipal se realizarán de acuerdo a las ofertas públicas de empleo atrasadas. Esto hace que en los casos de Bomberos y Policía -donde no se pueden realizar contratos temporales ni de interinos- sea difícil cumplir los objetivos de aumento de plantilla marcados por el PP en su programa electoral. La única vía para reforzar estos dos cuerpos, que el Consistorio considera prioritarios, son los concursos-oposición atrasados, y este viernes se presentó un calendario para su aprobación definitiva: primero serán las plazas de policía, después bomberos y para la primavera quedarán las 197 plazas de peones.
Ante esta carencia de personal, los sindicatos han exigido al Consistorio que suscriba un protocolo de actuación para limitar las posibilidades de Lipasam de prestar servicios que hasta ahora estaban en manos de la plantilla, una opción que abren los nuevos estatutos de la empresa. Según confirmaron desde el comité de empresa, el Consistorio se ha comprometido a suscribirlo y a que sólo se realicen este tipo de intervenciones de forma extraordinaria. No ha quedado tan claro cuál será el futuro de la estación de autobuses, cómo se concretará su incorporación a Tussam, y dónde irán sus empleados.
