C. Rengel / I. Comesaña
El Ayuntamiento solicitará una pena de cárcel para los que tiraron el Tritón alado de Dalí, en el Salvador. Considera que arrancar la escultura de su peana y arrojarla contra el suelo es más que un acto vandálico y, si da con los culpables, pedirá que se les impute un delito contra el patrimonio. La obra sigue reparándose.
Aún no hay pista de los culpables. No se sabe quién o quiénes se cebaron en la madrugada del lunes al martes con la escultura de bronce de Salvador Dalí, una de las seis con las que se inauguró la repavimentación de la plaza. Lo que sí tiene claro el Consistorio es que esta actuación, obra de chavales o de ladrones, es más que vandalismo, por lo que la ordenanza, con multas de entre 1.500 y 3.000 euros, se les queda corta.
De ahí que ayer miércoles fuentes municipales confirmasen que el delegado de Convivencia y Seguridad, Alfonso Mir, está dispuesto a denunciar el acto como un delito contra el patrimonio histórico. "Esto no se puede considerar un simple acto de vándalos, hay un daño flagrante sobre una obra de arte y se ha dañado el patrimonio", afirmaron las mismas fuentes. El teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), vino a decir lo mismo: "Estos actos tienen otra naturaleza, no vandálica; no es un empujón a una escultura, sino un esfuerzo manifiesto para poder tumbarla", dijo.
Este delito, recogido en el artículo 323 del Código Penal, prevé penas de cárcel de entre uno y tres años y multa de 12 a 24 meses para quien "cause daño (...) a bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental". Los jueces, añade el artículo, pueden ordenar a cargo del autor de los hechos "la adopción de medidas encaminadas a restaurar, en lo posible, el bien dañado", esto es, a pagar la reparación de la pieza.
Fuentes de la investigación aseguraron que no hay ninguna grabación de las tiendas o bancos que permita identificar a los atacantes de la escultura, así que la reconstrucción de los hechos se basa en el testimonio de vecinos y de "gente del entorno". Por tanto, confiesan que será "muy complicado" identificar a los culpables. Por el momento, cobra más fuerza la posibilidad de que se trate de la obra de unos gamberros que de un intento de robo de la escultura.
Desde la Obra Social de Unicaja -entidad que patrocina al 50% la exposición, junto con el Ayuntamiento- confirmaron que la escultura dañada se encuentra en el ICAS (Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla), donde técnicos independientes de la caja siguen revisando el alcance del golpe en el bronce. El examen de la pieza podría estar acabado hoy y será entonces cuando se aclare si el Tritón alado vuelve a instalarse en la exposición al aire libre del Salvador. La decisión, afirman desde Unicaja, "está en manos del Consistorio". Hay tiempo, pues la muestra se mantiene hasta Reyes.
