La nueva zona azul le repor- tará a las arcas municipales unos ingresos mínimos de 5 millones de euros. El Ayuntamiento sacó ayer a concurso la concesión del servicio a través de una gestión indirecta. Eso implica exigir a las empresas ofertantes el pago de un canon anual. El mínimo que consta en el pliego de condiciones del contrato es de 500.000 euros anuales. La concesión es de diez años, por lo que el Consistorio se garantiza, por lo menos, cinco millones, cantidad con visos de verse incrementada, ya que se trata de un concurso suculento y a la par que rentable en el que las empresas suelen tirar por alto para llevarse la concesión.
Las cuentas salen. El Consistorio amarra una cantidad notable, mientras que la empresa obtiene un servicio que ya daba beneficios antes pero que ahora cuenta con casi el doble de plazas con su implantación en Bami, Torneo y Cartuja y su ampliación en Nervión. Sólo hay que echar un vistazo a la memoria económica del contrato. La empresa adjudicataria sólo sufrirá pérdidas y mínimas (85.026 euros) en el primer año de la concesión y, a partir de ahí, las cuentas serán en verde. Al final de la concesión, se estima un beneficio total de 2,6 millones de euros. De esa mejora también tiene que ver una previsión de aumento de los ingresos obtenidos por rotación, donde se prevé una subida del 21% en tres años. ¿Cómo se haría? Hay dos fórmulas posibles. O bien aplicar una subida de las tarifas en función al IPC, o bien aumentar las plazas de alta rotación, que son las más caras y, por tanto, con las que se hace más caja. Las estimaciones corroboran tal incremento: en el primer año, se calculan unos ingresos por rotación de 2,9 millones frente a los 3,6 previstos para el tercer año.
A eso se une la posibilidad de que Aussa, la actual concesionaria del servicio y que está participada al 51% por Tussam, pueda concurrir. Un hecho que garantizó el delegado de Seguridad y Movilidad, Juan Bueno, cuando presentó el nuevo plan de zona azul hace una semana. De ser la adjudicataria, podría implicar más ingresos, ya que, además del canon, Tussam obtendría la mitad de los beneficios netos que quedaran.
El contrato informa de lo ya conocido, que la nueva zona azul tendrá 7.285 plazas, casi el doble que las existentes y también desgrana las calles afectadas, salvo en la Cartuja, cuya ubicación todavía no queda concretada. Sí que figura una relación de calles del resto de zonas. La avenida San Francisco Javier seguirá siendo la vía con más plazas de zona azul (270), aunque se incorporan otras nuevas como Ramón Carande (170), avenida de Cádiz (170) y la Palmera (150). Tampoco se recoge en los pliegos el horario especial una hora más de lo normal, que informó el delegado de Movilidad y Seguridad, Juan Bueno, para combatir el fenómeno de los gorrillas en Bami.
Lo que está claro es que el Consistorio no quiere que se demore la puesta en marcha de la nueva zona azul. El concurso, de hecho, se ha abierto por vía urgente, por lo que los interesados sólo disponen de 15 días naturales para presentar ofertas. Y no sólo queda ahí esa celeridad del Gobierno local. Una vez se adjudique la concesión, se fija un plazo máximo de tres meses a partir de la firma del contrato para la puesta en funcionamiento de la zona azul que, además, deberá contar con nuevas máquinas expendedoras, que permitirán el pago con tarjeta de crédito, que se sumará al tradicional con monedas y al reciente que se ha implantado de pago mediante dispositivos móviles. Así, todo está articulado para que esté operativo entre final del presente año y principios de 2014.
También se recoge, al igual que ocurrió con la grúa, documentación para proceder a la subrogación del personal que está en la actualidad trabajando en la gestión de la zona azul, un total de 56 personas, la mayoría controladores. Así, se recoge una relación de los puestos de trabajo, así como el convenio colectivo de los aparcamientos urbanos de Sevilla, que tiene vigencia hasta 2015 y que se incluye, según la documentación, como mera información a la empresa licitante.
