La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Maribel Montaño, descartó ayer la posibilidad de abrir el debate sobre el traslado de los restos de Antonio Machado y su madre a la ciudad –que están enterrados en la localidad francesa de Collioure– aprovechando la presidencia hispalense de la Red de Ciudades Machadianas durante este año.
“El debate no está abierto y no es un elemento que se vaya a tocar durante la presidencia de Sevilla”, declaró ayer Montaño a este periódico al término de una reunión con el resto de representantes de la red machadiana (Collioure, Baeza, Segovia y Soria) en la que el Consistorio expuso los hitos con los que Sevilla divulgará aún más la figura del gran poeta a lo largo de 2010.
Las declaraciones de Montaño chocan frontalmente con las vertidas por ella misma y por el propio alcalde durante la inauguración de la pasada Feria del Libro en mayo de 2009, cuando se conmemoraba precisamente el 70 aniversario de la muerte del literato sevillano.
Hace esos escasos nueve meses, Monteseirín puso el debate sobre la mesa al declarar que “la tumba de Antonio Machado y su madre en Collioure es un símbolo, un recordatorio permanente de la terrible situación en que la Guerra Civil dejó a nuestros intelectuales y de la tragedia del exilio. Sin embargo, no habría que descartar traer a Sevilla los restos del poeta, de los que hay certezas de que quiso y recordó a su ciudad de nacimiento cuando se encontraba a las puertas de la muerte”.
El regidor se refirió entonces a la posible reclamación de los restos de Machado y su madre como un “debate que es inevitable que se debe producir”. Y Montaño fue más allá: “No tenemos miedo a que el debate se abra porque ya existe y la reflexión es saludable”, y vinculó su oportunidad a la asunción de la presidencia de la Red de Ciudades Machadianas.
Sin embargo, ni habrá más debate ni probablemente salga nunca adelante aquella vieja iniciativa –vendida recurrentemente por el Consistorio– de crear un espacio en el cementerio donde ubicar los restos de los hombres más sobresalientes de la cultura sevillana de todos los tiempos, justo donde se supone que irían los de Machado.
Montaño no quiso aclarar a qué se ha debido este cambio de postura, si bien es cierto que en cuanto trascendió la intención municipal de promover el debate –“el Ayuntamiento no se va a posicionar ni va a emprender ningún tipo de iniciativa activa”, matizó de todas formas en mayo la delegada, aunque fue el alcalde quien removió el asunto– salieron voces de peso discordantes, entre ellas la de un machadiano de pro, Alfonso Guerra, quien en octubre dijo que “sería espantoso que se diese el retorno de los restos de Machado”, pues supondría “borrar la huella del exilio”.
En la reunión de ayer con los socios de la Red de Ciudades Machadianas, el Ayuntamiento anunció que en 2010 se recordará no sólo a Antonio Machado, sino también a su abuelo Antonio Machado Núñez, que fue rector de la Hispalense y alcalde; a Demófilo (padre del poeta) y a su hermano Manuel. Habrá una exposición, se editará una guía de lugares machadianos, habrá conferencias y hasta una obra de teatro en el Lope. Todo supondrá una inversión de 100.000 euros.
