Vista de Sevilla. Anónimo de 1726
Las vistas de Sevilla y retratos de santos, reyes y personajes ilustres de la ciudad que decoran la escalera principal y los salones de la Casa Consistorial son solo parte de un extenso catálogo de obras artísticas atesorado durante siglos, mediante encargos, adquisiciones y donaciones, por el Ayuntamiento. El inventario de patrimonio hecho público por el actual Gobierno municipal a través del portal de la transparencia recoge 1.809 bienes histórico artísticos que incluyen no solo pinturas y esculturas entre ellas los 310 monumentos instalados en calles y plazas de la ciudad sino también mobiliario histórico, alfombras, tapices, pendones y hasta abanicos.
426 elementos de mobiliario histórico; 72 utensilios históricos; ocho documentos y legajos; 620 obras pictóricas (entre lienzos, grabados, litografías o carteles de las fiestas de la ciudad); 310 esculturas (incluyendo los monumentos de las calles pero también lápidas, jarrones, retablos, relieves o maquetas); 166 alfombras, tapices y estandartes; 86 objetos de cerámica y vidrio; 65 de orfebrería y joyería; 55 objetos textiles e indumentaria y un mueble de considerable valor económico. Hasta aquí las cifras, pero detrás de cada obra hay una historia.
La mayoría de las pinturas son de los siglos XVIII y XIX. Entre ellas se encuentran los 51 retratos de personajes ilustres, nobles y reyes además de copias de bustos clásicos y jarrones que durante años decoraron el Palacio de San Telmo y que fueron donados al Ayuntamiento por los duques de Montpensier. La mayoría de los retratos son obra de Francisco y Antonio Cabral, en muchos casos copias de Murillo, Zurbarán, Valdés Leal, Pacheco o Alonso Cano. Pero el Ayuntamiento posee originales de algunos de los grandes maestros como los que actualmente tiene cedidos a la Fundación Focus Abengoa para el Centro Diego Velázquez: Imposición de la casulla a San Ildefonso, del propio Velázquez o una Inmaculada de Zurbarán (recientemente renovó la cesión hasta final de 2015).
Busto clásico donado por los duques de Montpensier
Hay obras de encargo, como la pintura de Santa Justa y Rufina de Juan de Espinel que aún luce en la Sala Capitular del Ayuntamiento y que encargó el Cabildo Municipal a Juan de Espinel en 1759 por su intercesión al proteger la ciudad del terremoto de 1755 o el retrato de Colón realizado por José de la Vega en 1892 para el IV Centenario del Descubrimiento de América. Algunas fueron compradas a posteriori, como otro lienzo de las patronas de Salvador Gutiérrez de la Vega que le compró el Ayuntamiento a su sobrino por 300 reales en 1864 o una Santa Margarita del mismo autor adquirido en 1867 a la Real Sociedad Económica de Amigos del País por 1.400 reales.
El inventario no concreta las obras ni su valor pero en el apartado de joyería debe incluir el Tesoro del Carambolo, propiedad municipal aunque su tutela depende de la Junta, tan valiosa que la falta de un lugar seguro para exhibirla la tiene desde hace años en la cámara de un banco.
