Economía

El azúcar es ya el producto más inflacionista debido a su carestía

El desayuno sale caro: café e infusiones también se dispararon en 2011, según los datos del IPC

el 13 ene 2012 / 21:34 h.

El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, ayer durante la presentación de los datos del IPC.

El azúcar fue el año pasado, y con gran diferencia, el producto más inflacionista en España tras subir un 26,5%, porcentaje que dejó en irrisorio el incremento de los carburantes, que tantos titulares de prensa se lleva cada vez que se publica el Índice de Precios de Consumo (IPC). El motivo no fue otro que su carestía, que sufrieron en carne propia los fabricantes de los mantecados de Estepa y obligó a emprender importaciones masivas. El detonante: la reforma del régimen de ayudas comunitarias a la remolacha azucarera, que desincentivó el cultivo y condujo a una severa reestructuración de la industria cuyas consecuencias se pagan ahora.

Las organizaciones agrarias ya advirtieron en su día del impacto que tendrían los cambios operados por Bruselas e incluso el entonces líder histórico en España, Ebro, primero cerró plantas y, una vez limpiado el negocio azucarero y viendo los derroteros por los que caminaba, después lo vendió a la compañía British Sugar .

Para hacerse idea del estrago: la superficie de remolacha que se sembró en 2011 en Andalucía fue de 9.839 hectáreas, el 56% menos sobre el periodo 2006-09, según el balance de campaña de la Consejería de Agricultura. La cosecha, 613.681 toneladas, se recortó a la mitad.

Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística precisan que la tasa española de inflación se colocó al cierre de diciembre pasado en un 2,4%, tras reducirse cinco décimas respecto al mes anterior. Son 57 las rúbricas (productos y similares) que contiene la estadística y de ellos el azúcar fue, para el conjunto de 2011, el que contabilizó el mayor encarecimiento. Tras él, y con un 13,5%, se situaron el café, las infusiones y el cacao, y con un 10,7% el alumbrado (la luz), la calefacción y el agua.

En el lado opuesto, lo que más se abarató fue la patata, un 11,7%, seguida de los medicamentos, un 6,6% -aquí se refleja la obligación de recetar genéricos y principios activos y no marcas concretas- y los objetos recreativos, el 5,4% de bajada.

Si nos atenemos a los grupos -son 12 los que conforman la estadística del IPC-, el que registró mayor subida fue el de la vivienda (gastos internos, incluido el alquiler), con un 5,8%, mientras que el transporte (incorpora la gasolina) lo hizo en un 4,9%, y en un 4,2%, las bebidas alcohólicas y el tabaco. Sólo se abarataron las medicinas -por las razones citadas- y las comunicaciones, en este último caso por la guerra de precios entre compañías operadoras.

Por lo demás, la contención de los salarios se trasladó al IPC, que moderó la escalada mostrada en la primera mitad del año. El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, pronosticó que España entrará en recesión pero sin estanflación (estancamiento con altos precios).

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