Asegura Craig Hassall, director gerente del prestigioso English National Ballet, que la compañía pública británica es muy friendly. Es en ese ambiente distendido de affaires, matrimonios bien avenidos y viejas amistades -según relató ayer en rueda de prensa en Sevilla para sonrojo de los bailarines presentes- en el que se ha desarrollado la creación de esta superproducción de la emblemática Cinderela (La Cenicienta), que pone sus puntas en suelo español con la única plaza del Teatro de la Maestranza, donde se estrena esta noche.
A su encuentro con el público sevillano, el English National Ballet acude con un montaje que remite a la tradición rusa en la que tiene su origen -paradójicamente, la compañía británica fue creada en 1950 por Alicia Makarova y Anton Dolin, procedentes de los Ballets Rusos-, y es la partitura de Sergei Prokofiev para La Cenicienta. En las cinco funciones que ha programado el Teatro de la Maestranza, el ballet británico bailará Cinderella con la pujante Orquesta de Extremadura en el foso, dirigida por Gavin Sutherland. "Amo la música de Prokofiev, es tan especial que a veces hasta no importa la coreografía". Sorprendente la declaración del bailarín Dmitri Gruzdvev, que encarna el rol del príncipe para esta producción megalómana "que ha tirado la casa por la ventana", según defendió el gerente de la compañía, en la que participan 67 intérpretes, lo que significa el total de bailarines que conforman la nómina del English National Ballet.
Con esta cifra de pares de puntas sobre el escenario puede adivinarse el esfuerzo realizado en el resto de detalles de una producción "de lujo": vestuario, escenografía y otros detalles que completarán la ejecución de unos bailarines "de altísimo nivel". "El director artístico, Wayne Eagling, es durísimo y les exige siempre la excelencia", detalló a la prensa Craig Hassall.
En cuanto a la coreografía, es obra del veterano Michael Corder, y confirma la total creencia que el artista tiene en el vocabulario clásico como forma de contar una historia. "Es de una gran complejidad, porque tiene muchísimos pasos y los personajes están llenos de detalles. El coreógrafo le ha dado todo el sentido a cada movimiento y es por eso que el espectáculo es tan especial", aseguró ayer -también congregada ante la prensa- la bailarina Erina Takahashi, que interpreta el papel de Cenicienta por primera vez en su carrera.
Entre la inmensa nómina de bailarines del English National Ballet destacan varios escritos en español, como es el caso de Fernanda Oliveira, Begoña Cao y Adela Ramírez. Esta última, que interpreta a la pequeña de las hermanastras de Cenicienta, aseguró ayer que interpretar esta coreografía es "un gran divertimento".
Con un presupuesto anual de 12 millones de libras (más de 15 millones de euros), financiados al 50% por el Gobierno británico, el English National Ballet se encuentra de gira la mayor parte del año, aunque sólo dos o tres semanas las dedica a salir fuera de las islas. Ésta es, por tanto, una ocasión única.
