Aprovechando que el Banca Cívica pasa por el Pisuerga y que el morador de esa cancha, el Blancos de Rueda Valladolid, atraviesa un trance fatídico (colista con un balance de 7/22), el conjunto sevillano no puede dejar pasar la ocasión de pescar en ese río revuelto que es el cuadro pucelano.
Y es que a su delicada situación en la tabla, el equipo local añade los consiguientes vaivenes de todo equipo que no levanta cabeza. Así, con respecto al partido de la primera vuelta en San Pablo, no están ni el técnico Luis Casimiro –sustituido por su ayudante, Roberto González, que no ha enderezado el rumbo: tres victorias en once jornadas– ni jugadores como el goloso Hervé Touré, que se fue al Pau Orthez, Seawright, Umeh o Anagonye. Para colmo, tiene lesionado a Dumas y tocados a Robinson y Diego García. Mal asunto.
El Pisuerga, eso sí, es de lo poco a lo que puede agarrarse el Blancos de Rueda, pues allí mantiene cierta fortaleza (seis de sus siete triunfos, por ocho reveses) y además se trata de una pista maldita para el Caja, que lleva desde la 2002/03 sin ganar allí.
El equipo de Plaza, sin embargo, acude esta vez pletórico de confianza, con un balance (16/13) que le sitúa muy cerca de la fase final por el título y con una serie de cuatro victorias seguidas a domicilio (en Barcelona, Fuenlabrada, Madrid ante Estudiantes y Las Palmas), todas ellas encajando 70 o menos puntos.
Si gana esta vez, enlazará cinco éxitos como forastero por vez primera desde la campaña 99/00, cuando encadenó una decena.
