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Los usuarios del Banco de Alimentos culpan a los políticos de su situación

Les responsabiliza el 48% de los entrevistados, un 19% lo atribuye a la crisis. Siete de cada diez aseguran no tener otra alternativa para poder alimentarse

el 11 jun 2013 / 14:02 h.

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La desafección y el descontento cada vez más extendido hacia la política ha llegado hasta el extremo de que la mitad de los usuarios del programa del Banco de Alimentos de Sevilla (el 48% para ser exactos) culpa de su situación a la mala gestión de los políticos. La atribuyen, sin embargo, al funcionamiento de la economía en el 20% de los casos, mientras que la “mala suerte” y su situación familiar es el principal motivo para el 16,7% y 15,3% de los beneficiarios, respectivamente. Una parte de ellos se reconoce como culpable y otra señala que la causa hay que buscarla en un “entorno conflictivo”. Aunque consideran que debería ser el Gobierno el responsable de reducir la pobreza, no confían en ello, relegándolo al último lugar por detrás incluso de las empresas privadas. 15088292 Juan Pedro Álvarez, Pilar Lacasta, Alfonso Rodríguez y José Antonio Bustos. Es una de las conclusiones que se extrae del primer estudio que se elabora en España sobre el perfil de las personas que recurren a las entidades colaboradoras del Banco de Alimentos, las que se encargan de repartir la comida, y que ayer se presentó en la Fundación Cajasol, que ha editado el informe. El profesor de la Universidad de Sevilla Alfonso Rodríguez Sánchez de Alva, coordinador del estudio, desglosó los resultados fruto de la entrevista realizada a un muestreo aleatorio de 294 personas de la capital y la provincia de Sevilla, que responde a un perfil mayoritariamente femenino (65%), con una edad media de 43 años, de escaso nivel de estudios y que vive con una media de 2,6 dependientes. La encuesta refleja, entre otras cuestiones, que algo más de un tercio de los usuarios (35,5%) lleva menos de un año demandando alimentos, mientras que un 17% lleva ya dos años y hay un 11% “que forma parte de los excluidos”, al sumar más de ocho años dependiendo de esta ayuda. Y siete de cada diez aseguran que no disponen de otra vía alternativa para alimentarse. El 80% no tiene empleo, mientras que el 20% restante trabaja pocas horas (menos de 25 semanales) y lo hace en situación irregular y precaria. El 57% percibe ingresos –sin contar a quienes trabajan–, que en su mayoría proceden de conceptos como el salario social, la pensión por hijos menores en divorcios, rentas mínimas y activas de inserción, por violencia de género y otros, citados por el 38%. Le sigue la prestación por desempleo (25,4% de los casos) y la pensión de jubilación (20%). Aun así, el 80% de los perceptores cuentan con ingresos inferiores a los 500 euros. De esta manera, explicó el profesor, teniendo en cuenta la encuesta de condiciones de vida del INE que sitúa en 613 euros la frontera, “la mayoría vive en una situación de pobreza o de pobreza severa”. Seis de cada diez reconocieron así que “viven en la pobreza”, pero a pesar de esta realidad a la pregunta de “¿está satisfecho con su vida?” el 64% respondió que sí. Similar porcentaje (65,5%) considera que la salida a su situación pasa por “buscar y encontrar un trabajo”, junto al reconocimiento de invalidez (10%) y la rehabilitación de adicciones (6%). El año pasado el Banco de Alimentos recibió 4,83 millones de kilos, un 8,4% más que en 2011, y el 23% más que en 2010, que distribuyó entre 447 entidades colaboradoras. En 2012 se alcanzaron los 56.609 usuarios, el 65% más que hace dos años, si bien en su mayoría desconocen que la comida que reciben o les dan en comedores o en sus centros de rehabilitación procede del Banco de Alimentos. Eso sí, hay práctica unanimidad en valorar la calidad de los productos y el trato. Quienes acuden a recoger alimentos lo hacen una media de 1,6 veces al mes, mientras que del colectivo que acude a comedores, el 63% lo hace diariamente. “De los resultados podemos inferir que el Banco de Alimentos de Sevilla cubre algo más de la mitad de las necesidades básicas de quienes acuden a él”, abundó Rodríguez. Por su parte, el presidente del Banco de Alimentos de Sevilla, Juan Pedro Álvarez, indicó que el resultado de este trabajo abre una reflexión para mejorar el servicio. Le acompañó José Antonio Bustos, presidente de los Bancos de Alimentos españoles, que puso en valor el papel que juegan estas instituciones (55 en España), a través del reparto de 104 millones de kilos de comida a 1,3 millones de personas, lo que equivale a dar 400 millones de comidas.

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