Economía

El Banco de España advierte a Cajasur de que ‘ni una más’

Las negociaciones se mantienen con una severa reprimenda a la cordobesa, mientras que el supervisor estaría dispuesto a autorizar más de los ya desfasados 990 millones pedidos.

el 08 abr 2010 / 22:20 h.

Ni una más. El Banco de España, que volvió ayer a dar un voto de confianza a las negociaciones de Unicaja y Cajasur para su fusión, no tolerará más dilaciones ni jugadas de la cúpula de la entidad cordobesa, a la que el supervisor le conminó a atender lo dispuesto por el plan de negocios de la operación, y que incluye un ajuste de plantilla severo a acometer principalmente en la caja de ahorros fundada por la Iglesia.

Según fuentes financieras conocedoras del proceso, desde esa institución se aprobaría más respaldo económico, vía ayudas del Fondo de Garantía de Depósitos de las Cajas de Ahorros (es dinero privado), para propiciar este matrimonio.

¿Para qué? Las fuentes apuntaron que habría dos destinos. En primer lugar, compensar el agujero económico de Cajasur, pues ha empeorado mucho desde julio pasado, cuando se pidieron fondos de 990 millones de euros, tras el aumento de la morosidad y la obligada toma de control de más participaciones en empresas inmobiliarias (canje por deudas). En segundo lugar, hacer más llevadero el recorte de plantilla con medidas que no sean traumáticas, lo que allanaría, pues, el camino para el necesario acuerdo laboral con los sindicatos, cuya negociación está paralizada.

Las fuentes explicaron que los 990 millones -que no son ayudas en sí, sino fuentes de financiación que se han de devolver después- se han quedado cortos, si bien no pudieron concretar qué volumen sería el idóneo y si al final habría o no que acudir al fondo de rescate creado por el Gobierno central (el FROB).

Por su parte, fuentes sindicales señalaron que si las partidas necesarias vienen, también llegaría el pacto laboral, ya que no se tomarían medidas traumáticas, "algo que, a día de hoy, aún no se nos ha garantizado", indicaron.

No obstante, pedir más ayudas implicaría un mayor "peaje o hipoteca" para la caja resultante, ya que se incrementaría el volumen de financiación que tendría que devolver, y eso preocupa a la malagueña.

Como ya adelantara este diario el pasado lunes, Miguel Ángel fernández Ordóñez, el vigilante de las finanzas españolas, otorgaría a las partes más tiempo para que el diálogo prosperara, y ello pese a que sólo días antes advirtió de que intervendría, con posibilidad de ser subastadas, aquellas cajas que, habiendo iniciado contactos de fusión por estar en delicada situación financiera, no avanzaran en el proceso. Y estas palabras se interpretaron como una amenaza clara a Cajasur, que lleva casi nueve meses mareando la perdiz desde que en julio pasado llegara a un principio de acuerdo con Unicaja. El próximo 30 de junio, el límite para inscribir la nueva entidad.

Como ya es habitual, entrada la noche de ayer las dos cajas emitieron sendos comunicados idénticos para anunciar que las reuniones habidas -con el Banco de España, entre los presidentes de ambas, Braulio Medel y Santiago Gómez Sierra, y del comité de coordinación del proceso- "permiten avanzar en el proceso".

Se trata de los mismos términos del comunicado de principios de la Semana Santa, cuando afloró el último encontronazo, el enésimo, entre las partes. Pero lo importante es lo que viene después.

En efecto, agrega que "sobre las bases del cumplimiento del Plan Económico de la fusión y de los acuerdos institucionales para el proceso de gestión de esa fusión". Es decir, que la estrategia para la operación, concebida por Boston Consulting Group y aprobada por los consejos de administración de las dos cajas -no es impuesto- se mantiene intacto, acarreando un ahorro de gastos generales (esto es, administrativos) y de personal (estos últimos, de unos 60 millones de euros).

Queda otra orden del Banco de España a Cajasur. En lo sucesivo, y tal y como debería haber sucedido, la cúpula de la entidad cordobesa, según dijeron las fuentes financieras, habrán de abstenerse de tomar decisiones de relevancia sin contar con quien ha sido encomendado expresamente para coordinar la fusión, esto es, Manuel Azuaga, que procede de Unicaja y con la que ésta se garantiza que no haya movimientos extraños. Y es que Azuaga abandonó transitoriamente el Viernes de Dolores porque entendió que Gómez Sierra había buscado chivos expiatorios en la caja.

La intranquilidad reina en los pasillos cordobeses

Aunque las entidades manifestaron que las reuniones mantenidas ayer se habían desarrollado en un clima de cordialidad, era mucha la tensión contenida desde las vísperas de la Semana Santa.

No en vano, fuentes internas de Cajasur relataban ayer por la mañana que se esperaban lo peor, habida cuenta del sesgo que habían tomado las relaciones entre Santiago Gómez Sierra y Braulio Medel, por lo demás inexistentes. En cambio, en los pasillos de Unicaja reinaba más tranquilidad, al igual que en los de la Consejería de Economía, cuyo titular, Antonio Ávila, avanzó la semana pasada que el Banco de España no iba a intervenir Cajasur.

El presidente del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán, expresó su confianza en que el supervisor no pusiera problemas a la operación, y destacó que en este tipo de complicadas uniones siempre existen altibajos.

Pero en los últimos días la presión se ha trasladado también a la mesa laboral, por cuanto desde el PSOE andaluz se ha recomendado una moderación de sueldos, sobre todo en la cordobesa, para propiciar un acuerdo, mientras que UGT ha cargado las tintas contra los salarios de los directivos.

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