Economía

El Banco de España apremia a Cajasol a afrontar fusiones

La entidad sevillana constata un excedente de personal que podría rondar los 900 trabajadores

el 26 oct 2010 / 21:22 h.

El Banco de España ha apremiado a Cajasol para que emprenda otros procesos de fusión al margen del que actualmente digiere con Caja de Guadalajara y que acometa los "deberes pendientes" de la integración con San Fernando, en especial en todo aquello que atañe a la eficiencia, la plantilla y la dinamización del negocio financiero.

El pasado viernes, altos cargos del supervisor se reunieron con la cúpula de la entidad sevillana, dentro de una gira que han iniciado entre las cajas de ahorros españolas que aún no han abordado su reestructuración o tienen aún posibilidad de crecimiento mediante uniones o alianzas con otras.

En ese encuentro, al que acudieron, entre otros, el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, y el director general, Juan Salido, los enviados del Banco de España hicieron énfasis en la necesidad de ampliar tamaño -optando por la fusión fría con otra caja que haya quedado aislada de la primera fase de la reestructuración del mapa financiero nacional o bien sumándose a algunos de los SIP que, en estos momentos, se están conformando- y de adelgazar los servicios centrales.

Estas últimas palabras se interpretan como un ajuste laboral, que también vendría por un cierre adicional de oficinas para contribuir a mejorar la eficiencia de la entidad, una de sus asignaturas pendientes.

Pulido convocó a sus vicepresidentes -sólo faltó la vicepresidenta primera, la socialista Petronila Guerrero- para analizar tales recomendaciones y el plan estratégico de la caja para 2010, en la que no se descartan próximos movimientos en su cúpula directiva.

En el caso de las alianzas, fuentes financieras consideran que sería interesante que se explorara una fusión entre Cajasol e Ibercaja -que hasta ahora ha preferido caminar en solitario-, máxime cuando hay sintonía entre Pulido y el presidente de la entidad aragonesa, Amado Franco. Sin embargo, éste también ha tenido contactos -y los tiene, pese a que públicamente no se admiten- con Braulio Medel, presidente de Unicaja. Un portavoz oficial de la entidad sevillana fue categórico al negar que ésta haya entablado tales conversaciones, sin querer entrar en más detalles.

Así, la opción preferida por el mercado, e incluso uno de los dos sindicatos presentes en Cajasol apunta como factible, sería o bien un SIP entre la sevillana y la zaragozana o, mejor que mejor, una operación a tres que diera como resultado una caja de ahorros cuyos activos superaran los 100.000 millones de euros, el listón que el supervisor ha establecido para la segunda vuelta de la reestructuración financiera.

No obstante, y según las fuentes, cabrían "otras alternativas", como que Cajasol se vinculara a algunos de los SIP en marcha. Exceptuando el liderado por Caja Madrid, entre las opciones estarían el de Mare Nostrum (CajaGranada, Sa Nostra, Caja Murcia y Caixa Penedés), Banca Cívica (Caja Navarra, Caja Canarias y Caja de Burgos), el creado por Caja Inmaculada, Caja Círculo y Caja Badajoz o entrar en la fusión entre Caja Duero y Caja España.

"Hay varias alternativas, aunque la más deseable sería la de Ibercaja, con la que ya se ha hablado", comentan las fuentes. "Todos hablamos con todos". Éstas es la postura oficial dentro de las entidades implicadas.

Lo que está claro es que pierde vigor la posibilidad de una fusión de Unicaja y Cajasol, por la complejidad del proceso, el exceso de solapamiento de oficinas, las diferencias salariales y el personal sobrante. Los números de los informes que han encargado a las consultoras así lo revelarán.

Hay prisas. El Banco de España está tratando de acelerar la segunda fase de la reestructuración financiera y quiere fusiones "ya" con la idea de reducir el mapa estatal de las cajas a diez, incluso menos, y con el horizonte de finales de este año, cuando se agota la vigencia de las ayudas del fondo de rescate, el FROB.

Pero el tiempo, advierten las fuentes, no es obstáculo para un Banco de España que es actualmente "el rey del mambo", y puede o bien dejar que se elija pareja, o bien ordenar un matrimonio a la fuerza, con o sin consentimiento de quien ejerce la tutela de las cajas, la Junta de Andalucía.

Es más, en el caso de Cajasol, un SIP podría diluir el impacto del ajuste laboral que, a estas alturas, con la ya larga crisis económica y la caída del negocio bancario como espada de Damocles, se plantea como irremediable, como dicen las fuentes financieras, mientras que otras, de tinte sindical, señalan como "probable" si se toma en cuenta qué está ocurriendo en el resto de las cajas españolas.

De hecho, en Cajasol ya se está sopesando la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo en el que primarían las prejubilaciones, un ERE que vendría a aliviar el elevado coste de las prejubilaciones sin más, que es el método que, pactado por CCOO, ha aplicado hasta ahora la entidad para adelgazar plantilla.

Este ajuste, según las fuentes sindicales, permitiría que el personal saliente cobrara parte de la prejubilación con cargo al INEM (el Estado) y, a la vez, el desembolso tuviera un mejor tratamiento fiscal tanto para los trabajadores como para la entidad financiera. En suma, un ahorro.

En estos momentos, esa vía alternativa para aminorar el excedente laboral es empleada por todos los SIP que se han acogido a las ayudas del FROB, de ahí que una alianza de la sevillana podría reducir una tijera que se calcula para entre 700 y 900 trabajadores de una plantilla que, tras la fusión con Caja de Guadalajara, asciende a 5.045 personas, repartidas entre 809 sucursales.

El propio Antonio Pulido ha señalado públicamente los diferentes niveles salariales que hay entre Cajasol y Unicaja -la nómina de la primera superó en 23 millones de euros a la de la segunda en el primer semestre de 2010- y que constituyen un freno a la hora de avanzar en la eficiencia. Sin olvidar, también, que se erigen en uno de los principales obstáculos a la fusión o SIP con Unicaja, puesto que o bien la plantilla de la sevillana se reduce el sueldo o bien se sube a la de la malagueña.

Las recomendaciones del supervisor fueron ayer tratadas sólo informalmente en el consejo de administración de Cajasol, que se reunió por la mañana y hasta entrada la tarde, y en la que Pulido, según fuentes cercanas al órgano ejecutivo, confirmó la existencia de conversaciones para un eventual proceso de integración, aunque eludió ofrecer más detalles hasta que las negociaciones estén cerradas tanto con la entidad en cuestión como con el Banco de España.

Según las fuentes, el presidente de Cajasol "verbalizó" la existencia de "un excedente de plantilla y un exceso de gastos de personal", y entre estos últimos no sólo se incluyen las nóminas, sino también el coste de las prejubilaciones.

La reunión estuvo precedida de una concentración de protesta de sindicalistas de CCOO, que manifestaron su inquietud por "las filtraciones" que se están produciendo en las oficinas y que anticipan un recorte laboral. Las fuentes admitieron que se habla de 900 empleados, si bien incluyendo los aproximadamente 500 que están en lista de espera para acogerse a los planes de prejubilaciones aún en vigor.

Rápidos movimientos con diciembre a la vista

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ordenó rebajar la presión pública del debate de la gran caja de ahorros regional, en referencia a la fusión de Unicaja y Cajasol, tras la adjudicación de la cordobesa Cajasur a la vasca BBK. Que hablen los números es ahora la respuesta de la Administración regional y del PSOE-A cuando se le pregunta por la cuestión, y esos números son los que salgan de los respectivos informes que Unicaja ha encargado a Boston Consulting Group y Cajasol, a KPMG.

De sus conclusiones nada se conoce, aunque pondrán sobre la mesa las complicaciones que entraña una unión a iguales e incluso un SIP (o fusión fría) entre ambas, de ahí que las propias cajas andaluzas estén tanteando otras posibilidades fuera de la comunidad.

Ni en CCOO ni en UGT constatan avance alguno, y ni siquiera los analistas ven factible la operación a no ser vía SIP en el que el Banco Europeo de Finanzas (BEF) sea la entidad central.

Ninguno de los sindicatos cree que se esté realmente trabajando por esa fusión. Consideran que si en las próximas semanas hay algo, será una mera escenificación de acuerdos que no llegarán a nada.

De todas formas, en el sector prevén rápidos movimientos en los próximos dos meses por mandato del Banco de España.

 

 

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