Ya no existe. Después de medio siglo en la confluencia más céntrica de Los Palacios y Villafranca conocida como los Cuatro Vientos, el bar Valencia, propiedad de tres generaciones de una misma familia, fue demolido el pasado jueves en sólo un par de horas.
La crisis que afecta principalmente al sector de la construcción impide, por ahora, que se vaya a llevar a cabo el proyecto diseñado por varias promotoras, reunidas bajo el nombre de Tecton y Edificaciones y que planearon a final de 2007 levantar en el solar, de apenas 100 metros cuadrados, un edificio de cuatro plantas con aparcamientos subterráneos que venderían para oficinas y comercios. José Manuel Martín, uno de los responsables de las promotoras, argumenta que se demolió el antiguo bar porque se iba a cumplir el plazo vigente del permiso de derribo que tenía por parte de la concejalía de Urbanismo.
El lugar fue estratégico siempre, incluso antes de que naciera como bar. El inmueble era antiguamente una posada para viajeros con establos para las bestias. Era la gran posada Galacho, que antes de la Guerra Civil acogía a viajeros que iban o volvían de Sevilla y Madrid a los puertos. En los años 20 del siglo pasado estuvo a punto de construirse allí lo que luego sería el palenque para la venta de productos agrícolas.
Parece ser que el nombre le llegó luego, en los años 60, cuando muchas familias de Valencia llegaron atraídas por la explotación de las marismas y el cultivo del arroz. Tras pasar por tres generaciones de la misma familia y ser lugar de reunión para fiestas y acuerdos económicos, el bar vivió en las dos últimas décadas un largo otoño en el que los viejos del lugar se reunían en su puerta a ver caer la tarde. La mayoría de esos viejos no pudieron verlo caer hasta completar dos camiones de escombros.
