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El Barça se colapsa ante el muro del Milan

el 20 feb 2013 / 21:54 h.

El FC Barcelona se ha estrellado en San Siro ante el muro defensivo de un AC Milan (2-0) que ha puesto un pie en los cuartos de final de Liga de Campeones al sacar el máximo rendimiento a un partido tosco en el que estuvo cómodo, con un gol polémica a balón parado y otro a la contra, y en el que el Barça no supo encontrar el camino a un Abbiati que prácticamente no tuvo trabajo y que ahora deberá evitar los intentos de remontada blaugrana en el Camp Nou.

Los blaugranas, estrellados ante la doble línea defensiva milanista, no pudo en ningún momento ir arriba, ni por el centro ni por las bandas, y tampoco tuvo la chispa necesaria para cambiar el rumbo de un partido que tenía un puerto claro y al que se llegó finalmente para desgracia catalana y alegría lombarda, que acalló las bocas que daban por muerto al Milan antes de que el balón se pusiera en juego.

Ya con 2-0, tras el gol de Muntari al finalizar bien una contra llevada por Boateng y El Shaarawi, que fue un peligro constante sobre todo en la primera parte, y el inicial de Boateng, el Barça intentó a la desesperada conseguir un gol que lo cambiaría todo, con Piqué de delantero centro, pero estuvo más cerca la sentencia que hubiera sido el 3-0 que no lo contrario. Ahora, solo una mentalidad diferente, y de ello son capaces los Messi, hoy ausente, y compañía, puede evitar un adiós prematuro a la 'Champions'.

El Barça, que no estuvo cómodo en el partido pese a tener el balón, se topó con lo que anunció Allegri en la previa y cumplió; la entrega de la pelota a los blaugranas con la clara intención de correr explotando las bandas tras cualquier robo o pérdida de los catalanes. Pese a que sabían que podían encontrarse con un 'bus' milanista frente a Abbiati, como así fue, no les fue fácil romper las dos líneas defensivas a los de Jordi Roura.

La sensación al descanso es que el Milan estaba a gusto y contento con el 0-0, tranquilo y pausado, cómodo rechazando balones y con el seguro de contar arriba con la boya de Pazzini, los disparos lejanos de Boateng y la electricidad y llegada vertical del 'faraón' El Shaarawy, que fue un peligro constante a la espalda de Dani Alves.

Además, así evitaron los italianos que tanto Alves como Alba por la izquierda pudieran subir las autopistas que dejaban en las bandas por miedo a las represalias de contraataque. Poco a poco el Barça parecía poder acabar con un partido loco de ida y vuelta, pero la verdad es que no dispuso de grandes ocasiones en los primeros 45 minutos, siendo un disparo lejano de Xavi la ocasión más clara.

El Milan, que tampoco pudo materializar en ocasiones ni hacer real la sensación de miedo cada vez que corrían hacia Valdés, se encontró no obstante con el primer gol gracias a otro de sus puntos fuertes, por débil del rival, los córners. En una jugada ensayada, en la que los blaugranas reclamaron mano previa de Zapata antes de que el balón cayera a Boateng y este fusilara a Valdés, los de Allegri se pusieron por delante haciendo buena su estrategia.

CONTRA LAS CUERDAS.

Así, el partido se convirtió todavía más en una trinchera en que el Milan se defendía con uñas y dientes, muy agresivos en defensa y activos, incluso con El Shaarawy y Boateng más como laterales que como extremos, y obligando al Barça a entrar en esta juego de 'guerrilla' que es sin duda el escenario menos propicio para desplegar su habilidad y su esencia.

Puyol, con un aparatoso apósito en la cabeza tras chocar con Pazzini, fue síntoma claro de lo que sucedió en el terreno de juego. Alexis, que entró por Cesc buscando profundidad por la banda, relegando a Iniesta al centro del campo para intentar cambiar el guión, no pudo conseguirlo y el tiempo se fue consumiendo sin que el Barça pudiera ni siquiera inquietar a Abbiati.

Un disparo lejano de Iniesta, una falta directa de Xavi que se fue fuera por poco, un remate de Puyol o un único centro bombardero al área fueron los intentos, pero nada que pudiera hacer cambiar las cosas. El gol del empate habría puesto de cara la eliminatoria, pero el gol postrero de Muntari al cerrar un contraataque lo puso muy cuesta arriba para el Barça, que necesitará una noche mágica en el Camp Nou para seguir soñando con volver a Wembley.

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