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El Barca sella el mejor inicio liguero de toda su historia

Adriano, que se retiró lesionado, Villa y Jordi Alba, en fuera de juego, marcaron para el equipo catalán.

el 03 nov 2012 / 22:06 h.

El Barcelona de Tito Vilanova se aprovechó de la amplitud de campo que propuso para desbordar la defensa del Celta en un partido vertiginoso, repleto de ocasiones y en el que el marcador reflejó la diferencia entre ambos conjuntos sobre el campo (3-1). Gracias a su triunfo, el Barcelona continúa al frente de la tabla y firma el mejor arranque liguero de su historia con nueve victorias por sólo un empate.
Unos sonrientes Xavi y Messi ofrecieron a su público los recientemente obtenidos Príncipe de Asturias y Bota de Oro instantes antes de comenzar el partido.

 

El cuadro blaugrana se presentó con defensa de tres, acumulando sus efectivos en el centro del campo. Por su parte, Paco Herrera escudó a Iago Aspas con Mario Bermejo y Álex López, intentando dotar de velocidad las salidas a la contra.
Las ausencias de Cabral y Samuel en la defensa del Celta no mermaron sus intenciones. La intensidad en los primeros minutos de los defensores gallegos obstaculizó las combinaciones tan características del Barcelona en el área rival, obligándoles a circular en zonas intrascendentes o pegados a la línea de cal. Traspasados los titubeos iniciales, los locales comenzaron a encontrar huecos entrando por banda.


Messi gozó de dos ocasiones que intentó picar por encima de Javi Varas, en su vuelta al Camp Nou, donde se consagró como guardameta. Incluso dejó de finalizar un uno contra uno con el resultado a favor. También las tuvieron Xavi o Iniesta, desde lejos, en una dejada del argentino pisando atrás. La respuestas venían de Iago Aspas, que pudo abrir el marcador de no ser por Valdés.
Con el monopolio del balón llegaron los goles. Adriano sería el encargado de abrir el marcador tras una pared con Pedro que él mismo había iniciado. Como durante todo el partido, a la contra, Bermejo respondió al aprovecharse de un rechace dentro del área (1-1). Villa completaría el ciclo goleador iniciado cinco minutos antes para romper la igualada a pase de un mágico Iniesta y anotar por tercer partido seguido.


La lesión de aductor de Adriano antes del descanso provocó la salida de Alves, que siguió con el ritual de incorporaciones iniciado por su compañero. El Barcelona volvió a obligar a la defensa visitante a correr hacia atrás a la salida del descanso. El Celta veía cómo generaba peligro sin llegar a inquietar a Valdés. Lo que significaba aguantar una semana más a la espera de que los equipos de la zona baja no le rebasaran en la tabla.
La puntilla la daría Jordi Alba, cada vez más integrado, en una de sus incorporaciones. Lo hizo en posición antirreglamentaria, pero el tanto subió al marcador.

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