Un inexistente penalti pitado por Iturralde González y transformado por Zlatan Ibrahimovic le dio la victoria al Barça ante el Espanyol (1-0), en un encuentro en el que los de Pep Guardiola olvidaron su mejor versión y perdieron sus automatismos que tan buenos resultados les ha dado. El Barça ofreció su peor versión en muchas jornadas. No sufrió en exceso, pero sí se vio superado durante muchos minutos por su rival, un voluntarioso Espanyol, que llegó como tantas otras veces como víctima propiciatoria.
Por su parte, el Real Madrid dio un golpe de autoridad en Mestalla donde se impuso por 2-3, en un partido en el que el equipo madrileño superó al local en el control del juego, aunque se tropezó con un rival con capacidad de reacción, que neutralizó dos veces la ventaja forastera, pero que no lo pudo hacer en la tercera.
En el otro partido del sábado, el Athletic venció a domicilio al Zaragoza (1-2) con un gran Muniain. La derrota propició el cese de Marcelino como entrenador del equipo maño.