El Barcelona tendrá mañana la primera posibilidad de proclamarse campeón de la Liga ACB después de superar ayer al TAU Cerámica (85-67) en el tercer partido de la final, después de fundamentar su victoria en un excelente tercer cuarto y en su amplitud de banquillo ante el equipo vasco, que se diluyó con el paso de los minutos en el Palau Blaugrana.
Todo jugó a favor del Barça, un equipo más enchufado, con más fe y mayores recursos. También contó con Ilyasova, excelente en el segundo y último períodos, potente en el rebote y brillante en la anotación, el jugador con mejor valoración del partido, y con Basile, autor de cinco triples. Entre ambos sumaron 38 puntos, escollo insalvable para el TAU.
Aunque el marcador final retrató la superioridad del Barcelona, le costó al equipo de Xavi Pascual despegarse del rival baskonista, siempre pegajoso, que, a su ritmo diesel, logró mantener el paso del Barça, más acelerado y proclive a los ataques cortos y eléctricos. Las penetraciones de Rakocevic solventaron la escasa aportación de Mickeal y McDonald para que los vascos no se vieran descolgados a las primeras de cambio.
Inquietantes fueron los dos últimos cuartos del encuentro. A punto estuvo el Barça de desmarcarse por 14 puntos al cierre del tercero. Sobre la bocina final, Ilyasova anotó un triple, pero según los árbitros y la foto finish, lo dieron fuera de tiempo para alivio del TAU. La acción pudo ser definitiva para el Barcelona, pero el último período comenzó con un triple de Teletovic que apretó aún más el marcador (60-52).
Pero la batalla psicológica cayó del lado local. Grimau convirtió su único lanzamiento triple y el Palau se volcó con su equipo mientras el TAU comenzaba a quedarse sin argumentos. Con Splitter por debajo de sus prestaciones y Teletovic desenfocado, el equipo vasco apenas encontró rebote ofensivo. Sólo respondieron Prigioni como director de orquesta y Rakocevic como solista. El resto fue un páramo.
